martes, 30 de diciembre de 2008

The Wire: Más que una serie de TV

Con el bajón tremendo que ha sufrido el cine a nivel de calidad (más no en cantidad, lo que puede ser una de las claves del problema), es la televisión la que congrega las mejores producciones que se dan hoy por hoy en suelo estadounidense. Así vemos como desde Los Soprano hasta la más reciente Mad Men se han dado innumerables traspasos de grandes estellas de cine a la televisión o el nacimiento de personajes, escenas o momentos memorables para la cultura moderna. Casi todos tiene una serie que no sólo siguen, sino que aman, de los más diversos tipos. Ya sean comedias irreverentes como Two and a Half Men o 30 Rock, thrillers truculentos con una mitología propia como Lost o 24, o dramas serios y fuertes como Mad Men o The Shield, todos encontramos un programa, un grupo de personajes con los que nos sentimos identificados en espíritu y somos capaces de entregarnos a sus aventuras y seguirlos semana tras semana (o como en mi caso, al no aguanatar la para semanal, toda una temporada de corrido por DVD). Pues veo que todas las series son importantes, unas más que otras, unas imprescindibles y otras olvidables, pero hay una serie que creemos que es de obligatoria visión por todos los tipos de televidentes alrededor del globo: esta serie es "The Wire".

Este 2008, The Wire ha culminado su quinta y final temporada, y luego de 60 capítulos nos ha demostrado que el mundo puede ser un poquito más cruel de lo que creemos. Es cierto, la acción se sitúa en la ciudad de Baltimore, Maryland en Estados Unidos, y siendo un retrato fiel de la parte urbana de este lugar, lo que The Wire traspira es un ánimo negro y seco de la sociedad contemporánea. Como 24 o The Shield, The Wire (2002) se estrena en una época cercana a los eventos del 11 de Septiembre y la sordidez es la palabra que la caracteriza por excelencia. En sí The Wire es un "drama policial" que trata sobre la lucha constante de todo un engranaje del lado de la ley para reestablecer el orden en la ciudad de Baltimore contra las fuerzas criminales, principalmente causadas por la plaga de la venta indiscriminada de droga. A este pequeño resumen debemos sumarle una palabra: fracaso. Y es que temporada tras temporada, en la que se abarca un caso a la vez, se ve lo impotente que muchas veces puede ser la mano dura de la ley a la hora de luchar contra el bando criminal. Toda esta lucha de bandos se ve condimentada por movidas políticas, estrategias de conveniencia y maniobras manipuladoras que no hacen otra cosa que maquillar la situación actual en las peligrosas calles de la ciudad. The Wire nos habla sobre la lucha de estos personajes que no representan la luz blanca que salvará la ciudad ni la sombra definitiva que hundirá más a Baltimore; todos, y me refiero a cada uno de los personajes, pertenecen a una zona gris, mitad buenos, mitad malos. Es cierto que unos pueden mostrar más integridad que otros, pero eventualmente algún vicio, alguna limitación resalta y les da este manto turbio que no es otra cosa que humanidad. Y es que si ya estamos en una era donde los mejores personajes de la TV son antihéroes en todas sus letras (Dr. House, Vic Mackey, Tony Soprano, Jack Bauer), los personajes de The Wire no viven, deambulan en una nebulosa que parece nunca acabar. Tomando al protagónico de la serie, el problemático detective Jimmy McNulty, quien no tiene un lugar fijo donde pueda sentirse a gusto, va de un lado para otro, caso tras caso, intentando de esa manera alcanzar la felicidad que no tiene luego de un hogar separado por divorcio; y si eso no funciona, el buen Jimmy siempre tendrá a las interminables mujeres con las que ha estado a lo largo de la serie, o sino algo aún más interminable: el licor que lo pone en unn estado deplorable cada 2 episodios aproximadamente. Pero ese es el buen Jimmy, tan eficiente policía como entrañable personaje, por el que todos sentimos que algún día merecería encontrar al menos un rayo de sol lejos de una estación de policía. En la misma situación de zona intermedia entre la total desolación y la incompleta felicidad están otros personajes: Stringer Bell y sus ansias de legitimizar sus negocios con las drogas, Kima Greggs y su deseo de salvar su relación con una compañera que la quiere lejos de su amado trabajo en campo, el joven D´Angelo que descubre el lado negativo de "estar en el juego", pero sabe que no hay otra forma de vivir para él. Y esto también es clave en The Wire, el status de cada personaje, de cada ser humano en esta sociedad. Acá es donde resaltan las dos caracterísicas principales de esta serie: el tema racial y el tema de clases sociales.




The Wire es la serie con el mayor número de personas de raza negra en un cast de una serie americana. Y decimos "personas" porque muchos de los personajes de la serie son interpretados por muchachos oriundos de Baltimore o personajes reconocidos de la ciudad. Lo cierto es que The Wire lidia con personajes de cierto tipo racial y su postura en la sociedad. Se juega con ese supuesto "rol" que deben jugar: ya sea en el papel del dealer de medio pelo, ya sea el del policía negro que calza con el perfil para infiltrarse, o ya sea de aquel comandante que por ser de determinada raza es promovido a Comisionado sólo para satisfacer el perfil racial de puestos públicos en la ciudad. Pero los escritores tienen la sapiencia de darnos muestras de que toda esta maquinaria corrupta y prejuiciosa afectan a todos. En la temporada 3 aparece el personaje de Thomas Carcceti, ambicioso y joven concejal que aspira a ser el alcalde que Baltimore necesita, pero que corre contra todos los pronósticos ya que al ser blanco, no tendría posibilidad alguna de ganar en una ciudad predominantemente negra. Ahí está, la misma figura pero invertida, de negor a blanco, de pobre a rico, la situación se mantiene: el status actual y la esperanza futura de todas las personas que más que convivir, tratan de sobrevivir superponiéndose a las fuerzas sociales que consideran más relevante el color de la piel o la forma cómo hablas que tus verdaderas habilidades o tu disposición al cambio. The Wire trata sobre todos estos personajes que tratan de superar estas supuestas taras pero que finalmente parecen quedar conformes si se mantienen en su actual situación, porque saben que no hay otra forma de vida aparte de vender drogas, porque saben que son policías y lo único que los llenará será acabar con otro caso más, porque son políticos que saben que por sobre todas las cosas debe mantenerse la estrategia política y las aspiraciones de ganar. Como dice el refrán callejero: "All in the game". Y sí, en este mundo interno de The Wire, todo (y todos) se prestan para el juego, de una manera u otra.


Lo cierto es que lo que vemos en pantalla en esta serie pasa en cualquier otro lado del mundo contemporáneo: jóvenes y niños que se entregan al vicio sin otra cosa que hacer por la vida, policías flojos que se lanzan la pelota y evitan responsabilidades a la hora de tomar un caso, políticos amorales capaces de reunirse a saco y corbata o ex convictos que parecen no tener esperanza una vez que han salido de la cárcel. Todos estos personajes y situaciones recurrentes son reflejo de las plagas que recorren la mayoría de ciudades actuales: violencia, amoralidad, peligro, destrucción, suciedad, bajeza, castigo. The Wire es perfecta para reflejar todas estas posturas y la participación de cada tipo de persona en este mundo, en este juego. Y todo parece tener un punto de partida, en realidad dos, perennes personajes del hundimiento de la todavía rescatable humanidad en una población. Nos referimos a la creciente presencia de las drogas en las calles (tema recurrente en toda la series) y el bajísimo nivel del sistema educativo (tema tratado más a fondo en la cuarta temporada). Estos dos problemas son el núcleo de la bajeza que vemos en pantalla; lo mejor es que la serie no se convierte en una hora de moralina que condena a los malos o premia a los buenos, sino que nos muestra de manera fidedigna lo que ocurre en un escenario salvaje (desde las peligrosas calles hasta los pasillos del city hall) y nos da a nosotros, los espectadores, las herramientas escenciales para analizar la situación, pero no juzgar a los personajes, ya que son pequeñas figuras de papel que se ven inmersos en toda esta espiral de malas intenciones. Lo que vemos son como un puñado de personas, con diferentes métodos de sobrevivir caen lentamente a un hoyo del cual no pueden salir porque en realidad en ningún momento se lo proponen. Los personajes de The Wire son lo más cercano a los antiguos perdedores empedernidos del clásico cine negro.



Y tampoco está demás decir que de The Wire cuenta con todos los acabados artísticos de cualquier otra serie de tal prestigioso nivel. Utilizando a la perfección las locaciones de la ciudad de Baltimore, la serie además se caracteriza por unos diálogos notables, en las que las lisuras y unas frases que a primera vista no son nada de otro mundo pero que tienen un enorme significado encima se mezclan para darnos esa atmósfera de perdición mundana. Además The Wire cuenta con un sistema de actuación que hace a la serie aún más real, lo que nos da un casting perfecto, un nivel actoral supremo, pero en el que podemos destacar por sobre los demás a Michelle Williams (Omar Little), Wood Harris (Avon Barksdale) o André Royo (Bubbles), pero destacamos a 2 por sobre todo: Dominic West (Jimmy McNulty) y el gran Idris Elba (Stringer Bell). Pero gran parte de lo que vemos en pantalla se lo debemos a los dos hombres detrás de este monstruo llamado The Wire: David Simon y Ed Burns. Ambos son los que mueven los hilos en la serie y se lo deben a años de experiencia en el rudo campo laboral de Baltimore (Simon es un periodista/escritor mientras que Burns trabajó como detective y posteriormente como profesor en una escuela pública). La realidad se ve entonces reflejada como en un espejo, pero un espejo que nos permite no juzgar, sino criticar y entender por sobre todas las cosas las motivaciones y el accionar de cada uno de los personajes. Eso es lo que consiste el juego y The Wire. No es un policial más. Es un retrato social de lo que pasa en Baltimore y en sí en cualquier hueco urbano del mundo. Al fin y al cabo, podemos encotnrar a cualquiera de estas caras conocidas a la vuelta de la esquina. The Wire no es un drama policial, es una serie de terror, por lo cercano y fiel que es a nuestra realidad.

viernes, 15 de agosto de 2008

Con los pies en la tierra: Dioses, de Josué Mendez

Josué Méndez es uno de los directores con más futuro en nuestro medio y que muchos han catalogado como el "salvador" del cine nacional. Cansados de los Lombardi o los Tamayo, la generación de Méndez, Claudia Llosa, Fabricio Aguilar, Aldo Salvini o Eduardo Mendoza es la que, para bien o para mal, se sitúa como la que tomará la posta en los próximos años de lo que es (o al menos se cree que es) la "cinematografía peruana". Méndez nos deslumbró con una historia impactante llamada "Días de Santiago", en la que narraba los intentos de un excombatiene (Santiago) para reinsertarse en la sociedad convencional. Este film está cargado de excelentes momentos, planos o secuencias que nos transmiten una fuerza poca veces vista en el cien peruano, pero que no se queda en lo inmediato o material, sino que traspasa esa barrera y nos lleva a la propia mente del soldado, para de esta forma comprometernos con él y su viaje externo e interno. Todas estas características hacen de "Días..." una ópera prima prometedora y un muy buen film nacional. Pero es la falta de todas estas características las que hacen de Dioses una decepción.


La historia gira en torno a 4 personajes: Diego (Sergio Gjurinovic) es un chico de la "high society" que vendría a ser el incomprendido, el outsider, el incómodo y triste personaje que detesta vivir donde lo hace y con quienes lo hace. Bueno odia a todos excepto a su hermana Andrea (Anahí de Cárdenas), a quien ama y no precisamente como nos imaginamos, a pesar de sus constantes arranques y "descuidos", por no decir más. Agustín (Edgar Saba) es la imagen fiel del hombre emprendedor que le ha dado todo a su familia (y también se ha servido él para decirlo claro), pero a quien le devuelven poco o nada, y en el hoyo de la soledad se consigue una amante, la cual noe s precisamente el "tipo" de chica que podría encajar en su esfera social. Con un background y características emocionales y físicas totalmente diferentes llega Elisa (Maricielo Effio), la amante que se topará con las mil y un características con las que su nuevo "círculo" la sorprenderá. Estos son los 4 protagonistas que se enfrentarán a ciertos problemas propios de la edad o de los convencionalismos sociales: obsesión por el físico, la soledad, el mundo de las apariencias, descuido emocional, futuro incierto, vacíos sentimentales, lazos familiares rotos, deseos reprimidos y hasta embarazos no deseados. Todo esto es lo que hacen que la vida de estos "Dioses" no sea tan divina. Esto es lo que nos presenta la película de Méndez...y en eso nos quedamos. Es innegable que Méndez describe muy bien la vida de este tipo de personas mediante la caracterización de los 4 personajes, pero se queda ahí, no avanza, no arriesga. Y es que Méndez demostró en "Días..." que es un director con talento que asume riesgos con gran fuerza y decisión, pues acá parece que Méndez se olvidó de estas carácterísticas. El talento de Méndez se aprecia en "Dioses" con ciertos planos interesantísimos y secuencias que logran sacar ciertas risas al público a la vez que llena de crítica y comentarios ácidos los momentos vividos por los protagonistas. Pero lo hace de una manera fría, casi de exposición, sin involucrar a los personajes más con su propio drama, y por ende, sin involucrarnos a nosotros, el público, que tiene que ser el que se sienta atrapado por esta historia. Pues acá no tenemos de donde agarrarnos para que nos enganchemos con la película. Ni de la historia ni de los personajes. En sí la historia nos traspasa la serie de anécdotas que sufren los personajes, sin llegar a un punto concreto donde podamos ver que estos acontecimientos hayan afectado realmente a los personajes o donde se nos muestre una etapa que garantize que todo lo que vimos en uan hora y media de cinta haya hecho efecto en nosotros (tanto personajes como espectador). Porque eso es lo que hace grande a un film: el grado de compromiso con el espectador, que lo haga debatir, al finalizar la cinta, sobre lo que les dejó el film, sobre como pudieron sentirse involucrados con el cuento que vivía tal o cual personaje, así sea el desgraciado más grande de la historia. Pûes a este nivel, "Dioses" me parece una película totalmente gélida que no compromete al espectador ya que no le da más de lo que el espera (muchas de las "anécdotas" son previsibles), cayéndose muchas veces en lo "cliché" o ya sabido. Y es que el hecho que las tías gasten todo su tiempo hablando sobre plantitas o que el padre le escoja la carrera al hijo son datos ya conocidos hasta el hartazgo, y de los cuales Méndez no saca nada nuevo, nada más de lo que él pudo habernos dado. En el cine ya no hay temas nuevo, pero la maestría del director está en exprimir ese tema y sacar cosas nuevas que nos sorprendan. Pero si la historia no nos ofrece mucho, los personajes tampoco aportan mucho más.

Son sobre todo Agustín y Andrea aquellos personajes que se quedan a medio camino. Agustín es solo un receptor, que le dice al hijo que estudiar, que manda a la hija al extranjero cuando salen los problemas y que trata de mantenerse con su nueva amante a pesar de las exigencias tanto de estas como de sus amigos. No hay una mayor evolución del personaje, el cual aveces da la sensación de ser una estatua que está ahí solo para darle las respuestas que el guión requiere a ciertos personajes. Andrea se perfila como un buen personaje, pero es "cortado" de una manera increíble. El abrupto final de la desinhibida joven es como Méndez termina de solucionar de la manera más fácil todos los conflictos que ella se ha creado y que afectan también a otros personajes. Como el mismo final de la película, el viaje de Andrea es una salida (para el nivel de Méndez) demasiado fácil para las situaicones que se presentan y no hacen otra cosa que ratificar que una película se cae a partir de su guión. En sí ni Edgar Saba ni Anahí de Cárdenas hacen un mal trabajo, es más, ambos se desarrollan con naturalidad y hasta cierto carisma, pero poco pueden hacer cuando es su mismo guionista quien los traiciona mediante una fallida caracterización y un desarrollo de personajes deficiente.


Y también tenemos a Elisa y Diego, los dos personajes "receptores" que quieren no estar donde están, pero que finalmente, uno más que otro, deciden quedarse, porque descubren que "no hay otra". Elisa es una joven envuelta en un romance con Agustín que se hace oficial, por lo que ya acude a las fiestas de la high society y al club de ocio de las ricas señoras. Elisa hace muecas, se le ve forzada, es sarcástica, se burla cuando puede de todo lo que tiene que pasar para encajar, incluso trata de alejar a su propia familia al no entrar ésta en los parñametros de su nuevo estatus. Es así que Elisa aprende el oficio de ser de una nueva "casta", por lo que llega hasta a manipular a su esposo para lograr lo que desea: no solo encajar, sino que sacar ventaja cada vez más y más de su situación. Es un conflcito serio el de Elisa, el de querer quedarse y pedir más mientras que sabe que cada día que pasa junto a sus nuevas amistades la enajenan de su propio ser original (recordemos la escena donde, ya mareada, se pone a bailar unos pasitos de salsa al estilo "achorado", cotrario a los refinados y ridículos pasos de los demás). Effio está muy correcta, y trabaja hasta donde su personaje le ofrece oportunidades para jugar con sus estados de ánimo. Diego es el que toma (o deberñia tomar) el lead en la película, al convertirse en el ojo reflexivo de sus propios conflictos y de los ajenos. En sí, como muchos otros protagonistas niños-jóvenes de la historia del cine, lo que se ve es el desarrollo de Diego y su alcanzar de madurez, o en su defecto, entregarse a los vicios y aceptar su realidad. La relación con su hermana, su malestar con el padre, la cercanía que siente con las empleadas (tal vez a las únicas personas que él considera como honestas y transparentes) y toda la repulsión que sietne con cada hábito o costumbre de las personas que, en teoría, son sus semejantes. Es por todo esto que Diego se escapa, pero no puede termianr de huir. Es la historia del asco, del sentir qeu debe escapar de todos esos círculos frívolos que frecuenta, así como de esa relación prohibida que el tiene (o al menos cree tener) con su hermana, pero fracasa en el intento, porque Diego puede escapar a la entrada del balneario en medio de la noche, y puede llegar al cerro en el centro, como un polo opuesto de su condición social y hasta moral, pero al final temrian regresando, cediendo, porque se da cuenta que por más que los odie, vive de ellos, y por ellos, que es su "olimpo", y en otro lugar no podría sobrevivir. Es así que también falla al contener sus deseos por Andrea, y se entrega, para que finalmente sea la propia hermana la que termine con esta situación incómoda. Pero parece que el personaje se quedara ahí, a punto de darnos una personificación muy buena de la incomodidad y la perturbación, del desconsuelo y la angustia mental, pero que no puede porque la mayor parte dle tiempo se queda en gestos, en meros gestos ya clásicos de determinados tipos de ánimo. Claro que la actuación no es la falla en el personaje, Sergio Gjurinovic es la revelación y el mejor actor de esta película, representando una grata aparición a ser tenido en cuenta en el futuro. Pero lo hace en las opciones que el guión le permite, porque una vez es este el principal problema para el desarrollo de los personajes, convirtiendo a un protagonista con potencial en un ser humano cuadrado y de reacciones previsibles.

Es la previsibilidad la que también se termian transformando en el principal enemigo de "Dioses", lo que deja un saldo negativo para con Méndez en cuestión de guión. Pero que quede claro que este reto era dificilícimo de tomar, tomando en cuenta toda la presión con la que fue cargado este novel director, que venía presidido de una película que dio mucho que hablar como "Días de Santiago" y que, como pusimos al principio de esta nota, lo pusieron como una de las "máximas promesas" cienmatográficas. Méndez debe ser el más talentoso de su generación, y como director demuestra que tiene características, disposiciones y toma de riesgos notables. Pero da la sensación que no arriesgó del todo y muchas veces se dejó llevar por lo técnico (tomas, ambientación, "perfección estética") para dejar de lado lo fundamental de todo film: el guión. Y es que da la impresión que la película (y el mismo Méndez) se perdieron en el intento de buscar la perfección en el celuloide, sin darse cuenta que el primer paso para alcanzar la nota A (tanto en crítica como en público) radica en la búsqueda de la perfección al escribir y jugar, como amo y señor del proyecto, con tus personajes y sus historias, haciéndolos nacer, crecer y si es necesario morir, pero siempre de una manera sólida y atrapante. Eso es lo fascinante de contar historias. Eso diferencia al cine de las fotos o los cuadros.

Nota: 13/20

viernes, 18 de julio de 2008

The Dark Knight: una noche muy, muy oscura

Es difícil comentar de manera tranquila y sobre todo imparcial sobre el que para mí ha sido el film que he esperado con más expectativas. Pues no sólo teníamos a un Batman que "renació" en "Batman Begins" (2005) luego de que por ella pasara la nefasta mano de Joel Schumacher, sino sabemos que en el coche estaban dos personajes que con estas últimas entregas del Caballero de la Noche han confirmado toda su calidad: el director Christopher Nolan y el protagonista Christian Bale. Bueno, Nolan ya nos había demostrado su ingenio y habilidad a la hora de plasmar un buen relato en la pantalla grande y con resultados tan atrapantes como enigmáticos. Y muestra de ellos son sus 4 primeros films: "Following", "Memento", "Insomnia" y "The Prestige" (esta última realizada entre las dos entregas de Batman. Y Christian Bale, aquel niño que podemos presenciar en la película de Spielberg "El Imperio del Sol", ha crecido y retomado su carrera con papeles secundarios (como en "Shaft" donde hacía del engreído villano) hasta protagónicos (veamos su extrema transformación en "El Maquinista), pero es su transformación en el Batman de Nolan que lo ha devuelto al primer plano cinematográfico, no solo regalándonos un (anti)héroe muy completo, sino realzando sus bonos en el medio (para el próximo año se espera "Public Enemies", película de gangsters del también genial Michael Mann y donde será la contraparte de otro talentoso: Johnny Depp).

A todo ello, es inevitable mencionar de toda esta expectativa mediática generada por un evento realmente penoso: la temprana muerte de Heath Ledger, actor australiano que da vida al Joker. Este hecho producido en Enero de este año levantó las expectativas por el ver el film, es decir, que las ganas y el casi ya deber de ver esta cinta estaban por las nubes. Pues Indiana Jones decepcionó a muchos (dentro de los cuales no me incluyo), pero este "Dark Knight" creo que no lo ha hecho. Las críticas (y seguro también la taquilla) se han rendido a sus pies, un fenómeno por demás extraño debido a todo ese cansino torrente de Spidermans, xmens, hulks y demás. Los superhéroes, gracias a las demandas de la mayoría del público cinéfilo (claro, que solo puede "gozar" de taquillazos americanos debido a las "precisas" carteleras que nos ofrecen los distribuidores), han copado la pantalla grande. Y a priori, "The Dark Knight" es una película sobre un superhéroe (Batman) que combate el crimen y al malo malísimo (Joker). Pero esto es solo su premisa, porque Nolan y compañía nos dan un producto que se aprovecha de estos personajes populares y crean una historia digna del mejor film criminal o del más potente drama humano. Nolan respeta los elementos del cómic y de la cultura "Batman", pero parte de ahí para darnos en el celuloide 2 horas y media del más perverso, cruel y negro porvenir humano: el bien contra el mal y todos los desastres que genera esta confrontación.


El film atrapa de principio a fin. Abre con un escena brillantemente trabajada por la inteligencia de los hermanos Nolan. Un atraco perfecto es la escena perfecta para dar el puntapié inicial a esta cinta. Y nos marca una tendencia de las 2 horas y media de "Dark Knight": el Joker siempre, siempre está en control. Una mente maestra, un brillante sociópata está suelto y cada cosa que ocurre está ideada por su malvada inteligencia. Como lo menciona en una parte de la cinta, siempre tiene un "as bajo la manga". Y los gangsters de turno no tienen otra que acudir a él ante el plan de contingencia preparado por Batman, el comisionado Gordon y el fiscal Harvey Dent. Pero vemos como el Joker toma todos sus movimientos y atracos como una simple experiencia placentera. Y no nos centramos en que para él todo es un juego y para riéndose, no, sino que en todo momento, el Joker disfruta la destrucción y solo aspira a una cosa: más. Pues no hay nada mejor para el Joker que contar sus traumáticas experiencias de niño antes de desgarrarle la boca a cada una de sus víctimas. Es un sadomasoquista, un psicótico, un enfermo, y todo lo hace con la única intención de provocar caos y más caos, estableciendo un mundo (en sus propias palabras) "sin reglas" y en estado de "anarquía". Y por el otro lado está el héroe de turno, o mejor dicho, el antihéroe. Porque a diferencia del simpático Spiderman o el dorado Superman, Batman es un personaje tan negro y lúgubre como su traje. Y es que Batman es visto con desconfianza por muchos (y obviamente aborrecido por los malechores), mientras que su alter-ego, el multimillonario Bruce Wayne, es un playboy con la imagen de niño engreído y descuidado, a los que acuden los personajes de las altas esferas sólo por interés o por guardar la apariencia. Pero en sí, Bruce es visto de mala manera por la sociedad de ciudad Gótica, y el drama es que él mismo ha construido esa negativa imagen y carga con ella día tras día. Muy por el contrario está la tercera parte en cuestión, y el que es en sí no sólo el tercer protagonista del film, sino podemos decir que es sobre quien recae la mayor carga moral y dramática del mismo: el flamante fiscal de distrito, la "esperanza" de un mañana mejor, el "caballero blanco" de ciudad Gótica, el D.A. Harvey Dent. Pues es este personaje el que trata de poner a los malos en su sitio, siempre bajo su forma de combatir el crimen, no con máscaras como Batman, sino con un plan establecido, que no solo acabe con el mal, sino que saque a relucir todo el esplendor de la justicia, paso que de continuación a la pequeña pero todavía existente esperanza de un "amanecer" en ciudad Gótica. Dent expone sus triunfos y los comparte con el pueblo (como buen político), mientras que Batman siempre trabaja desde la oscuridad, bajo las sombras, entregando sin recibir nada a cambio. Y Dent sufre el mayor drama al cambiar totalmente de persona, de identidad, y pasar de ser el caballero en búsqueda de justicia a ser la representación pura de la venganza y el odio contra el sistema, una lección que le fue impartida por el anárquico Joker.

Es en este trío de personajes en los que se basa la película y todo el ventarrón de posiciones morales, conflictos éticos y principios destruidos junto con la esperanza del "mañana mejor". Batman, Joker y Dent-2 Caras son paradigmas de diferentes posturas que podemos encontrar hoy en día, desde el héroe resignado hasta el terrorista imparable, pasando por el idealista traicionado o el loco entregado a su labor. Podrán partir de un cómic, pero la maestría de Nolan está en haberlos transformados en personajes que generen una gran reflexión en nosotros, llenos de humanidad, derrota y perdición. Todo queda resumida en las escenas donde se encuentran estos tres personajes: veamos la escena donde un Joker entregado dispuesto a morir se pone la pistola en la cabeza mientras llena de ideas al desesperanzado fiscal Dent y, técnicamnete, da origen al malvado 2 Caras. Es casi un reflejo de un idealista extremo tomando un pedazo de alma desgarrada y moldeándola a su gusto, un pequeño guiño al terrorismo sin ninguna duda. O sino toquemos la que a mi gusto es la mejor escena del film, el interrogatorio de Batman al Joker, en el que este, una vez más, está con la sartén por el mango y controla no solo la situación, sino a nuestro mismo héroe, logrando finalmente que el encapuchado rompa sus propios límites y lo muela a golpes. El Joker le dice que no busca matarlo porque sino no tendría nada que hacer. Pues así es, son polos opuestos, pero que se necesitan. Y la vida y el drama humano está hecho de estos personajes, porque sin Joker, ¿a quién perseguiría Batman?, y sin Harvey Dent, ¿quién asumiría los honores que representa ser un héroe?, y sin Batman, ¿quién se embarraría las manos como debe de ser para acabar con el mal? Las puntas del tridente están bien marcadas, cada uno con sus conflictos, y nos demuestran lo bidimencionales que podemos ser los seres humanos, intentando hacer una cosa, pero resultando realizar otra. Batman, Dent y hasta el Joker (que termina por fracasar en la parte de los botes por ejemplo) son fieles ejemplos de lo que Nolan trata de transmitir con esta película: desesperanza, tristeza y una gran impotencia, todo esto envuelto en una gran máscara conocido, comúnmente, como hipocresía y desidia civil.


Claro que Nolan, con toda su maestría, nunca hubiera sido capaza de transmitir todas estas sensaciones sin el gran trabajo del elenco, y véanlo, un tremendo elenco. Christian Bale nos confirma su talento y nos crea esa interrogante entre determinar quien es el mejor Batman de la historia, si él o Michael Keaton (lo siento por los hinchas de George Clooney, pero el buen Giorgio estuvo perdido como el caballero de la noche). Es cierto que Bale no tiene tanto tiempo de pantalla como en "Batman Begins" por lo que podríamos considerarlo a nivel de un secundario. Es en sí toda la amalgama de personajes los que dan vida al fin, siendo la oscuridad la verdadera protagonista. Y está también Aaron Eckhart, quien nos deslumbró con su atractiva performance en la ingeniosa "Gracias por fumar". Pues ahora lo hace bien en la piel del idealista y joven fiscal de distrito, dándonos esas dosis exactas de heroismo cívico mezclado con ambición personal, porque antes de líder de la ciudad, Dent es ante todo un buen político. El personaje como 2 caras pudo haber dado para más, pero la película (y el Joker en sí) no podían dejar que hubiera otro villano de peso en la palestra. Pero el fiscal Dent que crean Nolan y Eckhart está muy bien.

Y está el Joker de Heath Ledger...

El finado actor australiano toma la posta de César Romero o el gran Jack Nicholson como el némesis de Batman: el Joker o Guasón. Al enterarme de la noticia que Ledger lo interpretaría, salió a relucir cierto grado de escepticismo, y creo que no fui el único. Y es que el australiano era conocido por esa mirada trsite y apariencia taciturna, tranquilo y entrañable en roles como el de Ennis del Mar en la notable "Brokeback Mountain". Pues bien, Ledger asumió el rol y sobre todo asumió la carga psicológica de interpretar a este Joker no como el payaso lunático y chiflado de Romero o de Nicholson, sino como un verdadero psycho, un demente con ansias de matar y hasta de morir por su causa, un verdadero terrorista de estos tiempos como lo han catalogado las críticas. Obviamente el diseño del personaje ayuda mucho: ese pelo verde desordenado, esas tenebrosas y gigantes sombras en los ojos, el formidable detalle de la sonrisa extendida que cubre las cicatrices en sus mejillas. Todo está genial en el diseño de este diabólico Joker, pero Ledger se funda en el traje y lo llena no solo de crueldad, sino de matices, tantos que en algún momento nos hace sentir cierta simpatía que en alguna ocasión genera risas entre los espectadores. veamos la espectacular escena en la que el Joker se presenta ante el grupo de mafiosos. Estos hablan de cómo salirse de la estrategia creada por Batman, Dent y Gordon, cuando entra este "payaso" con un caminar peculiar, gestos intranquilos, y que rápidamente toma el control de la situación con su accionar (y con el "truco del lápiz" claro está). Pero lo acusan de raro, de fenómeno, de freak, a lo que el responde que no lo es, que no es un fenómeno. Porque el Joker es un ser marcado, por cicatrices en su piel, y en su alma. Trata de proliferar el terror y el caos siempre con sus propias estrategias y su agenda, pero todo esto teniendo en el fondo un sentir triste y apesadumbrado.

Como Batman, el Joker trata de combatir sus demonios y los expresa, a más no poder, con una malvada desfachatez llena de muertos y explosiones, en los que sus cuchillos y risas al ver la sangre llenan su espacio, su corazón porqué no. El Joker se ríe mientras Batman técnicamnete lo tortura o mientras nuestro antihéroe lo ha derrotado finalmente y lo deja colgado del edificio. Y todo esto porque el Joker sabe de antemano que ya ganó, porque el caos ya está sembrado en ciudad Gótica. Veamos nomás como acaban los personajes: Batman convertido en un villano más, cargando las fechorías de sus rivales sobre sus hombros; Harvey Dent, muerto en vida, destrozado por la muerte de su amada, sin esperanzas él y por ende dejando sin esperanzas a ciudad Gótica; Gordon viendo como tiene que acusar injustamente a Batman para mantener la esperanza, y como con esto se pierde a un aliado importante, un amigo; o sino veamos a los personajes menores, ya que la resignación y la pena embargan tanto al mayordomo Alfred (al quemar la carta de Rachel y llevarse su confesión a la tumba) o de Lucius Fox (al renunciar y dejar para siempre su incondicional y secreto apoyo a Wayne/Batman). Todos, absolutamente todos terminan con ese horrible nudo en la garganta generada por la derrota y que solo tienen por delante un mañana aún más negro.


En estos tiempos de remakes y películas de balas o animalitos animados, que bueno es saber que podremos gozar del trabajo de gente joven y con un talento tremendo como el de Christopher Nolan. Y es que en este rincón reconocemos la magia de Steven Spielberg, pero creo que este ya encontró su match como story-teller: Nolan nos demuestra y ratifica que es un grande a la hroa de contar un cuento. Maestro de la distorsión narrativa y los twists (Following o Memento), de los dilemas éticos y callejones sin salida (Insomnia) o de los choques antagónicos, la competencia y ambición humana (The Prestige), el británico se perfila como uno de los grandes de la industria. Su talento y su visión para, y lo afirmamos una vez más, tomar una historia de cómic, un héroe como Batman y una base usada un millón de veces en el cine como lo es la lucha entre el bien y el mal, para darnos una fábula de 2 horas y media en la que vemos como las emociones humanas nos marcan el ritmo de vida y nos corroen, hasta volvernos en personajes, no importa si somos héroes o villanos, que nos movemos creyendo hacer algo, pero obteniendo resultados muy diversos. Es desesperanzador al máximo, triste y negativo, pero es su visión de esta era y razones no le faltan. Y es que si bien es cierto ciudad Gótica, Batman o el Joker son elementos de la más fantasiosa imaginación, pues lo que recrean es perfectamente ubicable en estos tiempos. Pues el Joker ganó, y esperemos que no lo haga en esta vida, aunque va por el camino. Debates de lado, una gran película, un clásico del cine de superheroes (la mejor sin lugar a dudas), pero también ya se ganó un lugar entre las grandes cintas de crimen, pero sobre todo, de aquellas cintas que nos dan una cachetada sobre lo podrido que puede llegar a ser en ocasiones el accionar humano.
PD: Y si le quieren dar el Oscar a Ledger por su Joker, sería lo más sabio que haya hecho la Academia en años. Y no sólo por el sentimentalismo, sino porque en realidad es un villano que representa tantas cosas, y todo gracias a la transformación total del australiano, irreconocible en la película. Sólo lo notamos en esta escena:


...QEPD maestro Heath.

Nota: 19/20

sábado, 3 de mayo de 2008

24 razones

Hace poco se transmitió (como esteno en el Perú) la 5 temporada de 24. Y para mi esta es la mejor de la serie, y en consecuencia, como yo la llamo (a lo Bret Hart), "lo mejor que hubo, lo mejor que hay, y lo mejor que habrá...en la TV claro". Entonces me puse a pensar en las 24 raoznes (haicendo honor al nombre del show) por las cuales la 5 temporada de 24 es sencillamente insuperable:

1.- Tiene la mejor "amenaza" que recae sobre la siempre en peligro Los Angeles: la idea de 20 latas de gas mortífero en toda la ciudad es espeluznante.
2.- Tenemos el mejor inicio de toda la serie: porque hay que tener "balls" para matar a dos perosnaje tan queridos como el Presidente David Palmer y Michelle Dessler en los primeros 15 minutos.
3.- Y luego del inicio, tenemos el subplot del aeropuerto: simplemente atrapante
4.- Jack Bauer es inmortal¡: A pesar de haber sido declarado muero la temporada anterior, Jack nos demuestra que nunca morirá.
5.- Chloe, Chloe, Chloe: esta es LA temporada de la siempre "dulce" Chloe O`Brian, un personaje que se ha convertido en la imagen femenina de 24 (que Kim Bauer se quede en su otro programa) y la favorita de muchos cada vez que suelta una de sus frases llenas de "ternura".
6.- Buchanan is the boss: el buen Bill, ya convertido en uno de los estandartes de la serie, asume el liderazgo (aunque entrecortado durante todo el día) de CTU. A veces nos hace dudar sobre quien es el mejor jefe de CTU...¿Tony? ¿Mason?...seguro nos erá Driscoll, o Nadia, Dios nos libre.
7.- Los "relegados" toman el poder: Esta temporada tenemos mucha más acción por parte de 2 de los personajes secundarios más queridos de 24: Mike Novick (maldito pelado traidor) y Aaron Pierce (que literalmente tuvo "acción" y hablo por todos los sentidos).
8.- Un hobbit como jefe de CTU: Sean Astin, recordado compañero de aventuras de Frodo en LOTR, llega como estrella invitada interpretando al prepotente Lyn McGill, y vale decir que si bien es cierto nos cae super pesado
9.- La temporada letal: esta entrega de 24 se cobró muchas vidas de personajes importantes la serie, a los ya mencionados Palmer y Michelle, tenemos la triste muerte del buen Edgar Styles, en la que debe ser el momento lagrimilla de la temporada, un reloj silencioso muy bien trabajado, pero hay una más...
10.- "She`s gone, Jack": Tony Almeida, que salió muy poco esta temporada (más Tony la hubiera hecho más grande), tiene en sus manos al hombre que asesinó a su esposa, pero su gran lado humano no le permite asesinar a sangre fría...y es él quien termina siendo asesinado. Antes de morir en los brazos de un Jack que parte en llanto, menciona la perdida de su amada. Claro, si hablamos de la "muerte" de Tony Almeida (vean el trailer de la 7 temporada).
11.- Peligro en múltiples lugares: nunca habíamos visto un mejor uso de exteriores en 24, esta vez cambiamos los desiertos o las bases secretas por centros coemrciales, hospitales o plantas de refinería, donde en verdad se siente el terror cotidiano que nos puede afectar en cualquier momento.
12.- Robocop es el bad guy: que bueno fue ver a Peter Weller, más conocido como Robocop, haicendo del ambiguo Cristopher Henderson, ex jefe y mentor de Jack, con su falsa idea de patriotismo y parte de toda la gran conspiración. Un malo muy bien realizado.
13.- ¿Y el ruso?: un malo más hermético, pero el gran arquetipo de malo muy bien llevado y que daba miedo. Vladimir Bierko fue un digno villano para la temporada.
14.- Los "accesorios" de Jack: como olvidar sus espectaculares lentes rojos, pero sobre todo su bolsa ya clásica, donde no paraba de tener mil y un objetos de inteligencia (y eso que ya no trabaja en CTU).
15.- Curtis en acción: que bueno es ver en toda su forma a un personaje cmo Curtis, el cual nunca fue tan desarrollado como Tony o Chloe, pero que con su presencia y actitud se convirtió en favoritos de muchos en su ya segunda temporada. Muchos ya lo extrañan, aunque su partida nos dio al menos El momento memorable de la irregular temporada 6.
16.- ¿Lost en 24?: Henry Ian Cusick, el notable actor PERUANO (nacido en trujillo, pero criado en diferentes partes del mundo), tiene un breve papel como Theo Stoller, un agente encubierto alemán. Con tan solo 2 capítulos, el recordado Desmond de Lost nos da dotes de su gran talento.
17.- "You are gonna tell me what I wanna know, is only a question of how much you want it to hurt": la mejor frase de 24, que guarda toda la escencia de Jack Bauer old school.
18.- CTU es atacada: que gran jugada por parte de los guionistas, aprovechando la amenaza latente de las latas de gas mortal. CTU había sido comprometida antes, incluso una bomba había estallado en la temporada 2, pero la idea de acabar con casi todo su personal con el gas te pone lo pelos de punta, por el miedo, y por la emoción, porque hasta el final no sabemos como Jack y los demás podrán salir de ahí con vida. La trampa y el suspenso en grados efervescentes.
19.- El submarino: totalmente agobiante y con gran dosis de suspenso, porque vamos, tenemos un submarino lleno d egas venenoso, a punto de lanzar misiles nucleares sobre la ciudad, y adentro a Jack Bauer haciendo equipo con su pérfido ex jefe contra los rusos. Suena loco, pero es 24 en su máxima expresión
20.- La pareja del año: el nuevo Presidente Charles Logan y la Primera Dama Martha Logan, peleándose, "queriéndose", uno le dice loca, la otra le dice traidor. Muy bien llevados por todo el día, con sus conflcitos y demostrándonos que no todo es lo que pasa ante cámaras. Además, llevados por dos actorazos como Gregory Itzin y Jean Smart.
21.- Itzin es Dios: ¿Ya mencionamos lo grande que es Gregory Itzin? Porque su actuación ha sido, sin contar a las de Kiefer, la mejor en la historia de 24. Y nos trae a Charles Logan, un inseguro, prepotente, ambicioso, intranquilo, hipócrita y pérfido Presidente de los Estados Unidos. Luego de tener al íntegro y honesto David Palmer por 3 temporadas, Logan entra en la cuarta y ya nos dábamos cuenta de su nivel como mandatario. Pero su imagen de pusilánime Jefe de Estado se convirtió en una de ser curel, malvado, que es capaz de sacrificar a muchos, con la intención de asegurar (que casualidad cone stos tiempos) la "seguridad nacional". Charles Logan es el mejor villano de la historia de 24, y el 3 mejor personaje de la serie (lueog de Jack y Tony claro)
22.- El "standoff" final: Jack VS Logan, ese encuentro es LA escena de la 5 temporada. El encuentro final, marcado por un Logan lleno de miedo (la expresión de Itzin ya bien le valía el Emmy y todos los premios) y por un Jack lleno de ira e impotencia, que había luchado 23 horas y, como siempre, nuestro héroe seguía de pie, buscando la salida a esta nueva situación. Pero esta vez no se trataba de encontrar la bomba o atrapar al terrorista, esta vez se trataba del Presidente de los Estados Unidos. Y que encuentro actoral, Kiefer VS Itzin, mejor nivel interpretativo difícil de encotnrar en la pantalla chica. Sin balas o bombas, esta fue una de las escenas más explosivas de 24.
23.- El giro final: que gran "final twist", cuando todo parecía que saldría muy bien y veríamos por fin un día acabar a Jack sonriendo y con su amada, entran a escena los chinos y el maldito de Cheng Zhi (como te odiamos) para secuestrar a Jack y condenarlo a 18 meses de tortura en tierras asiáticas, hasta que el Día 6 empezara. Como diría un despistado: "I didn`t see that coming".
24.- Finalmente, que grande es Kiefer Sutherland. Un Emmy merecido a Él y a la temporada. Kiefer es un monstruo como Jack Bauer, pero esa temporada nos dio lo mejor de su talento. En el Día 5 vimos todas las caras de Jack. Sin 24 y sin Bauer, todos estaríamos muertos del aburrimiento.


...faltan 8 meses para el Día 7.

PD: se vendrá luego: "24 razones por las que el Día 6 fue el más flojito de todos".

sábado, 29 de marzo de 2008

Cuando la ley no basta

Es decir, siempre. Y es que la ley es una de esas cosas llena de buenas intenciones, pero que generalmente se muestra insuficiente para detener las acciones que van contra la tan mellada armonía social. ¿Quièn no ha tenido alguna vez alguna queja contra la policía? Pues bien, si quieren entender cómo una nueva forma de enfrentar el crimen puede resultar eficiente, The Shield es un show más que interesante. Llamado en español "El Escudo", esta serie cuenta las luchas constantes que mantiene una unidad especial de combate contra el crimen y que cuenta con carácter experimental. Situada en Los Ángeles y teniendo a una iglesia como centro de operaciones, este equipo mantiene una posición de detener cuanto drug dealer o gangster se les cruce. Es así que tienen un equipo que se encarga de combatir directamente a estos agentes negativos, y para lo cual se basan de las más "pintorescas" técnicas, siempre liderados por el rudo detective Vic Mackey (Michael Chiklis), quien pertenece a esta ola de personajes carismáticos pero que en verdad son unos verdaderos villanos (aquí también encontramos a Jack Bauer o Tony Soprano).

Siempre es bueno separar las series en planos. Yo lo hago generalmente en dos: la parte audiovisual (siempre la más importante) y la parte que transmite (no un mensaje de moralina, sino más bien esa coyuntura que trata y que nos hace pensar). The Shield es una serie innovadora en cuestión audiovisual. Grabada en 16mm, le da ese aspecto "gris" de realidad. Ese era uno de los objetivos originales del creador Shawn Ryan: darle un apsecto real, casi de de documental, a la serie. El tamaño pequeño de la cámara permite un manejo que le da gran movilidad a la escena y agilidad a la serie. Una cámara que de un momento a otro realiza un zoom o un enfoque exacto en determinado detalle de la escena, algo que lo convierte en un personaje más de la serie. Además cuenta con recreación muy real de tanto las situaciones policiales como del pandillaje de Los Ángeles. Aquí no hay policías bonachones o fervientes seguidores de la ética. Plagado por un ambiente racista y sexista, la unidad alcanza un nivel eficiente a pesar de las ambiciones secretas y luchas entre los miembros de sus equipos. Y cómo no Vic Mackey está por encime de todo a la hora de hablar de las "perlitas" de este equipo. Pero el tipo puede ser un corrupto, violento, inmoral, prepotente o malhumorado, pero nos cae bien. Y es que el buen Vic necesita de todas esas cualidades para combatir el crimen. No es que yo de una excusa más (como las que atañan a 24 también) de que el fin justifica los medios. Pero para Vic funciona así, y viendo los índices y excesos que alcanzan los diversos agentes de actividades ilegales, las tácticas de el Escudo no solo funcionan, sino que finalmente resultan las únicas rentables.

Esto es lo que nos transmite la serie, que los mecanismos utilizados para combatir el crimen tienen que necesariamnete ser de la misma "clase". Basura se combate con basura es la presente coyuntura y Vic Mackey la entiende muy bien, a pesar de la desaprobación de muchos de sus compañeros, incluso de sus amgios. Pero una desaprobación de la boca para afuera, porque todos saben (incluidos los siempre "correctos" Aceveda, Claudette y Dutch) que sin Mackey y su equipo, todavía estarían debatiendo si es legal arrestar a tal sujeto por esto, o si está permitido mantener a alguien en una celda por determinadas horas. Mackey combate el crimen, y la siempre pesada burocracia legal. En sí, es una de las series más polémicas de la actualidad y ya se va por su 7 y última temporada. Pero The Shield ha marcado hito por su innovador tratamiento visual y su valentía al mostrar un retrato tan deplorable como real del mundo policiaco. Vic Mackey es uno más de esos antihéroes modernos, pero uno de los más fuertes como personaje y como presencia. El líder del escudo absorbe todas nuestras dudas y conflictos morales que nos rodean en estos tiempos en los que no sabemos como combatir el crimen (si es que no nos entregamos a él). Nota aparte para Michael Chiklis, quien está soberbio como el rudo Vic, dándonos ese retrato de un hombre dispuesto a traer devuelta la justicia, así sea por los medios más nauseabundos que existan. Un hombre destruido por su lucha, separado de su familia y sin amigos, pero que no duda en traficar droga o matar testigos para logar lo que muchas veces el papeleo y el debido proceso no pueden: dejar que la ciudad respire, aunque sea por un minuto, de manera tranquila.



domingo, 2 de marzo de 2008

Daniel y toda la sangre: el monstruo que no podía ser humano

El camino hacia el Oscar 2008 ha concluido, y "No Country For Old Men", aclamado film de los hermanos Coen, se ha coronado como la mejor cinta del 2007. Y consideré que el premio fue justo, a pesar de que fueron otras películas las que me entusiasmaron (Michael Clayton) o las que me parecieron unas obras maestras (Atonement). Pero esto se debe a que no había visto a la que es LA obra maestra, el film cautivador, poderoso, rotundo, emblemático y cuya fuerza empalma con esa belleza artística que logra llegar a lo más profundo de nosotros: esa es "There will be blood", o "Petróleo Sangriento" o "Pozos de ambición" (otra vez con los "correctos" títulos traducidos). Estamos simplemente ante la mejor película del año, y ante la mejor cinta americana de los últimos tiempos.

La historia narra la lucha constante de Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis) por salir adelante. Como un humlide minero, va contra la corriente por surgir en un mundo en el que está aparentemente solo: sin hijos, sin mujer y con una familia distanciada. Es así que Daniel encuentra por casualidad ese elemento que marcará toda la película: el petróleo. Todo lo que acarrea este material se vive hasta nuestros días, en el que el progreso y la riqueza se conjugan con la avaricia y las envidias. De esta maneta, Daniel, en la compañía de su (hasta entonces) fiel hijo (y compañero) H.W. busca tierras donde el petróleo aflore y lo convierta en lo que el siempre ha soñado: un hombre de progreso, duro y áspero, pero que sale adelante por sobre su ´precaria situación inicial. Lo que vemos entonces es la historia del progreso de un hombre, que ejemplificará a su vez el desarrollo de una nación. Es así que este film de largo aliento nos entrega en primer plano todo lo que aocntece en la vida de Plainview, sus caídas y aciertos, aunque ambas marcadas por una cosa: la sangre. Y es que aquí radica tambíen el título de la cinta (que está basada en una novela titulada Oil¡), en la que decida lo que decida, triunfe o llore, lo que produzca Daniel y su tan ansiado petróleo, traerá cosas positivas y negativas, peor serán estas las que finalmente marquen el rumbo de su existir. Porque si bien podemos apreciar a Daniel como un monstruo sin corazón, es en el fondo uns er humano, que decide dar esa impresión de impenetrable y poderoso para no ser condicionado por los siempre traicioneros avatares humanos de la vida. Lo que hace cruel y desalmado a Daniel es su miedo a sentirse humano. Y es que todo progreso va con sus cotnras, en este caso, el desarrollo material (beneficio económico) conlleva el deterioro emocional (derrotas en el campo social y familiar). Y esto lo podemos ver en todos los aspectos de Daniel: en su gastada relación con su hijo a partir del accidente, en su disputa contra el predicador (Paul Dano) en cualquier actividad pública que se presente, en su deseo de ser el "nuevo jefe" de este pueblito subdesarrollado, y por ende ser el "salvador", el que traiga los trenes y el pan, el que traiga el progreso. El retrato de Daniel no es otro que el de aquel personaje con ambición pura, esa de querer abarcar todo, y que termina dándose cuenta que el todo es imposible de alcanzar, en las películas, y en la vida misma. Daniel termina siendo un perdedor, luchador es cierto, pero que cae (y no puede salir) de aquel pozo más negro que su petróleo que es la infelicidad y, sobretodo, la insatisfacción. Daniel sabe que es un monstruo, y lo peor es que sabe que tiene que seguir siendo de esa manera, porque sino todo lo que habrá lograod se irá al tacho.

Está claro que casi toda la película se centra en Daniel Plainview, y como tenía que ser, este es retratado por un actor con la fuerza necesaria para cargarse con las casi 3 horas de film. Y el responsable es Daniel Day-Lewis, quien nos da una actuación formidable. Él es Daniel Plaiview, desde la voz hasta la mirada triste, desde la violencia con la que abofetea al predicador hasta la disfrazada tristeza con la que recibe (y despide) a su hijo. El Oscar para Day-Lewis es justísimo, a pesar de que muchos no les gustó su sobreactuación. Es cierto, Daniel Day-Lewis sobreactúa, pero esa es la escencia de estos personajes. Grandes hombres siempre vienen con grandes defectos. Plainview es un luchador, un perro ambicioso, que busca más y más sin importar que se deterioren al mismo tiempo sus relaciones afectivas o su imagen. Y así es como tienen que ser representados, porque así son. Estos megalómanos son la representación pura del personalismo, el egocentrismo y la lucha por traslucir ante una población opaca. Ellos saben que pueden hacerlo, saben que tienen las condiciones para lograr sus metas, y saben que con eso son los más grandes. La actuación de Day-Lewis es exagerada porque representa a un personaje exagerado. Y lo hace con todo, la fuerza del film es dada por el motor Day-Lewis. Esto lo podemos ver en la escena final, una tremenda escena que cierra el confrontamiento entre Plainview y el predicador, teniendo como fondo un salón de bolos (contraste con todo el desierto qeu había servido de escenario a lo largo del film) y frases como: "Me tomaré tu milshake". Algo que pudo terminar siendo ridículo temrina siendo una de las escenas más significativas (y seguramente históricas) del cine norteamericano de principios del siglo 21. La ridiculez y el histrionismo son las banderas por excelencia para representar a estos personajes que se ahogan en sus exacerbados personalismos e impulsivos deseos.

Y el gran artífice de toda esta genialidad es el director Paul Thomas Anderson. Logra darle un toque de todo al film: grandeza, tristeza, melancolía, insatisfacción, delirio, locura, ira, poder, codicia, frustración, traición, dolor y un perenne sentir de fatalidad. PTA logra darle personalidad a este film, juntando su talento y su mano sensible y artística con los otros recursos técnicos: espectacular fotografía (ganadora del Oscar), una banda sonora desconcertante como el film mismo, y una ambientación adecuada. Todo se combina en la antológica escena del accidente que traerá consecuencias sobre el el hijo de Plainview. Es ahí donde la tensión se mezcla con la locura, y el fuego de las explosiones nos dan en el alma al ver como el rostro de Plainview, manchado por el petróleo, es cada vez más monstruoso. PTA logra transmitirnos las emociones y las sensaciones del film y de los personajes, y a pesar de su duración, nunca nos despegamos de las vivencias de todas estas personas que, como reza un dicho y una canción, son solo soldados del destino, piezas de esta gran mapa mundo. Y Plainview solo es la más grande de todas, pero pieza al fin. La lucha por sobresalir (y sorbevivir) en este mundo salvaje lo hace como es. En sí, no solo se levanta una crítica a loo inicios de la formación de la sociedad americana, sino a la coyuntura mundial actual a su vez.

PTA y Day-Lewis son los pilares del film, aunque acompañados de aspectos técnicos notables y actuaciones secundarias correctas, pero es necesario rescatar a Paul Dano, el joven de Little Miss Sunshine nos deleita nuevamente con una actuación sorprendente, como el cínico y falso predicador Sunday, siendo sutil cuando hay que serlo, y sobreactuado (como el personaje de Day-Lewis) cuando hay que serlo, al fin y al cabo, como Plainview, es otro loco poderoso qeu cree tener la sartén por el mango. Si no tenía opciones de ganar (Bardem era la ficha asegurada), una nominación no estaba de más. "There will be blood" es un clásico instantáneo, una gran película que quedará marcada en todos las que la hemos visto por lo que transmite, por lo que nos provoca, en el sentir y en el pensar, pero sobre todo, por mostrarnos en la exageración, la locura y el delirio todos los hábitos (y males) de nuestra alicaída sociedad.

Puntuación: 19/20

domingo, 24 de febrero de 2008

Mis favoritos

Y acá la clásica predicción de los ganadores del Oscar para esta noche. Veamos en cuantos acertamos:

Mejor película: Atonement
Mejor Director: Joel y Ethan Coen
Mejor actor: Daniel Day-Lewis
Mejor actriz: Julie Christie
Mejor actor de reparto: Javier Bardem
Mejor actriz de reparto: Saoirse Ronan
Mejor guión original: Michael Clayton
Mejor guión adaptado: Atonement
Mejor película animada: Ratatouille

Solo queda esperar hasta esta noche para saber los que salga triunfadores de la no siempre justa (sino que lo digan Hitchcock o Kubrick) pero innegablemente glamorosa ceremonia de los Oscars.

viernes, 15 de febrero de 2008

El camino al Oscar 2008: Atonement

"Atonement", o Expiación: deseo y pecado (cuando no los "deliciosos" agregados a los títulos originales) es la que podríamos llamar "potencial sorpresa" en la entrega de los Oscars este domingo 24. Las ampliamente favoritas son "No Country for old men" y "There will be blood", mientras que "Juno" o "Michael Clayton" son de esos films que siempre completan la lista y que con su mera nominación ya han tocado el cielo. Pero Atonement es la que podría dar el batacazo, y es que de las 5 cintas nominadas es la que toca el tema que la Academia encuentra más atractivo: los avatares de un amor que parece imposible en medio de las penas y destrozos que conllevan las guerras. Sino recordemos películas premiadas como la ya clásica "El Paciente Inglés" o porqué no otro amor imposible épico, no en medio de una guerra, pero sí con una catástrofe de la vida real como contexto, en "Titanic". Y si la Academia tiende a preferir estas historias, nosotros los expectadores no podemos quedarnos atrás a la hora de seguir, reir, sufrir y hasta interiorizar todo lo que acarrea la concepción, consumación y posible frustración que el "buen amor" (léase amor que valga la pena vivir) provoca tanto en los amantes como en nosotros los empedernidos voyeurs.

Atonement narra a primera vista la difícil relación entre la acomodada joven Cecilia (Keira Knightley) y Robbie (James McAvoy), el hijo de la ama de llaves de la casa que de alguna manera ha sido acogido en el seno de la familia para la cual trabaja. las siempre presentes distancias sociales y prejuicios son las trabas para este amor juvenil en el que la pasión triunfa finalmente sobre la represión. Pero el film nos otorga otra perspectiva, una tercera persona que no llega a ser lo suficientemente presente (o adulta) para hacer de esta relacion un triángulo. Y es que esta tercera persona es la pequeña Briony (interpretada de niña por Saoirse Ronan). Esta es una niña prodigio, que a la edad de trece años ya ha escrito una obra de teatro y tiene una percepción de las cosas algo más madura que los demás niños de su edad. Pero como toda niña, tiene "debilidades", y esta es esa admiración-ilusión (crush en otras palabras) por el joven Robbie. A su corta edad, la pequeña Briony ya sabe lo que es la obsesión...y también lo que es la decepción. Y es que al ver a Cecilia y Robbie en una pelea llena de coqueteos al costado de esa pileta que "desnuda" el deseo que los envuelve, la niña se percata de la realidad, que sus sentimientos pesan igual que una pluma, y la no correspondencia de su amor es una realidad tan dura como el sonar de las teclas de su máquina de escribir. A ritmo de ellas, Briony corre, escapa, porque sabe que los sueños de niña raramente se cumplen. Es así que ella, en su faceta más dura, aprovecha la coyuntura y logra que el joven Robbie sea apresado bajo cargos de violación. De esta forma, la niña a distanciado a la pareja, y ese "logro" se convertirá en su culpa desde ese momento.

Es así que la película no solo nos narra las penas, los reencuentros y calvarios de la pareja a través d ela Segunda Guerra Mundial, sino que se enfoca en la posición de la ya crecida Briony (interpretada ahora por Romola Garai), quien años después sigue cargando la culpa de esa acusación falsa que lanzó cotra Robbie para así impedir el juvenil amor que tenñia con su hermana Cecilia. Los celos de una Briony niña se convirtieron en mentira, en delito, y ahora es culpa en la Briony adulta, ahroa es su cargo de conciencia, su pecado que marcará un tiempo de expiación sin fin. Y todo este peso moral se ve reflejado en el rostro de Briony, que a fin de cuentas, termina siendo la protagonista de esta historia. Y es que se nos muestra finalmente a una Briony entrada en años (Vanessa Redgrave), que en vísperas de su muerte publica lo que será su última novela, que lleva el título de la pélicula. Ella nos indica que se trata de una novela autobiográfica, en la que no ha cambiado ningún detalle, ni siquiera los nombres, pero cuyo final si fue modificado, con la intención de darles a los trágicos amantes lo que no se les dio (o les quitó la niña Briony) en la vida real: felicidad.

Debo decir que "Atonement" es de las pélículas más hermosas y sensibles que he visto últimamente. En gran parte a la habilidad de su director Joe Wright quien nos da una narracíón intrépida, que a pesar del tema o el contexto no se hace lenta, sino más bien atrapante y con ribetes de originalidad. Lo de los mismos momentos con diferentes perspectivas nos permite profundizar en el tema de esta película. Y es que el amor puede ser cosa de dos, pero todos los demñas tenemos perspectivas de este tema. Así, lo que pudo ser un lazo irrompible para Cecilia y Robbie, se convierte en una pesadilla marcada por la mentira debido a los sueños rotos y celos incontenibles de la niña Briony, quien al ser relegada por los amantes, usó las situaciones para convertir un amor de ensueño en una pesadilla con dimensiones bélicas. Wright nos muestra con pulso, estilo y personalidad las desventuras de Robbie en eld esarrollo de la guerra. Para destacar esa espléndida toma contínua que nos muestra a Robbie y sus compañeros viendo los resutlados del enfrentamiento y el posterior embarque en la playa de Dunkerque. En esa simple toma sin edición, se nos muestra la totalidad de la guerra, sus resutlados y consecuencias, que vand esde la total destrucción hasta la falta de esperanzas, pasando por el desgarramiento humano y la feliz locura aumentada por los litros de licor. Muy lejos de ello, el joven Robbie, con un beso cinematográficod e fondo, añora regresar con su amada Cecilia. La maestría de Wright está en mostrarnos una cara de "Atonement" en estas secuencias, que finalizan con la trsiteza del joven protagonista en la pequeña salita de cine. Es de resaltar entonces la sorpresiva y sobreslaiente performance de James McCavoy como en un principio encantador Robbie, para terminar como un soldado sin esperanzas, enfermo de amor. Mccavoy demuestra que no oslo tiene lo necesario para ser un galancito inglés más, sino que tiene la fuerza y el porte para darle vida a este héroe marcaod por el desamor y la tragedia. Es así que creo que hubo una gran omisión a la hora de no concederle alguna nominación a este prometedor actor. Claro que si de omisiones hablamos, la principal es la de Joe Wright como mejor director. Totalmente inexplicable.

Pero la que se roba la película por sobre los amantes protagonistas o la espectacularidad de la guerra, es Briony, uno de los personajes más desconcertantes e interesantes que he visto en el cine. A la ya descrita carga que tiene en su cabeza, esa culpa que la consume y no la deja respirar o sonreir, y que finalmente la lleva a elegir un trabajo (de enfermera en plena guerra) que la mantenga ocupada para así no pensar en toda la desdicha que causó. En gran parte, el dolor de este personaje y el interé que nos causa se lo debe a las actrices que la interpretan a lo largo del film. Con toda la experiencia de su magnífica carrera, la veterana Vanessa Redgrave nos da en 5 minutos de aparición una lección de como actuar como una vieja enferma terminal con dignidad y desprecio hacia lo que hizo al mismo tiempo. Esa expresión y la voz narrando el porqué del final de su libro son impagables. Muy bien también Romola Garai como la joven Briony, con esa mirada impenetrable y que, muy consiente de lo que hizo, parece que no estuviera en este mundo, y que en realidad pasaba todo el tiempo en su cabeza, tratandod e liberarse de la culpa de sus pecados. Finalemente, prefiere escapar a través de sus escritos en lugar de encarar la realidad del dolor causado en la pareja. Pero la joya de este film, la sorpresa total es la niña Saorse Ronan, y si bien es cierto que en el post anterior me quedé rendido a los pies de Tilda Swinton por su actuación en "Michael Clayton", creo que la niña Saorse es la grata revelación del año y la de mejor actuacón en su rubro (sin ver todavía a las grandes favoritas Cate Blanchet y Amy Ryan). La niña nos da una actuación poderosa, conmovedora, y en la que entendemos las decisiones de esta niña, que por más llenas de caprichos y hasta de mala intención estén, podemos entenderla y de alguan manera compadecerla. Que alegría cuando una infante de estas ligas aparece (no a lo Dakota Fanning, la niñita insufrible de la Guerra de los Mundos, sino a lo Abigail Breslin y su encantadora Little Miss Sunshine). Ese "Yo lo vi" de la pequeña Briony es lo que marca a "Atonement", una decisión que se conveirte en culpa, que se convierte en remordimiento y sacrificio (que hubiera sido un subtítulo más acorde que deseo y pecado...por dios).

Estamos ante una gran película, que si la Academia regresa a sus andanzas y ve su tema, la premiaría sin dudas. Gran diseño de producción, fotografías, vestuarios, y sobre todo una múscia perfecta (inolvidables y profundos acompañamientos con las teclas de la máquina de escribir) son las pequeñas gemas que junto a la notable dirección de Wright, las grandes actuaciones de McCavoy, Knightley, Garai y Redgrave, pero sobre todo de la niña Ronan, conforman una joya cinematográfica, sensibles como ninguan otra película de estos tiempos, que en lugar de rellenarnos con los ya cansinos efectos especiales o regresos de héroes ochentero que bordean los 60, nos devuelven lo que parecía perdido en el cine: fibra sensible, no fresa, sino de las raíces mismas de la vida, de la escencia de este motor que hace que nos movamos y vivamos, esta película que nos devuelve las ganas de obtener ( y porqué no perderlo para ganarlo de nuevo con más esplendor) eso que marcaba a Cecilia y Robbie: el amor.

Puntuación 19/20

jueves, 7 de febrero de 2008

El camino al Oscar 2008: Michael Clayton

La película más criticada de esta edición 80 de los Academy Awards. "Michael Clayton" ha sido acusada de sobrevalorada, políticamente correcta hasta la saciedad, o de basar todo su éxito en la persona de George Clooney. Pero este film tiene muchos acietos para ser atacada de esta forma, y su lugar entre las "5 grandes" está bien ganado. "Michael Clayton" narra la historia de su homónimo protagonista (Clooney) el cual es el responsable de solucionar todos esos problemillas que incomodan al estudio de abogados en donde trabaja. Puede ser un buen litigante, un competente abogado, pero es el MEJOR en lo que hace: un conserje, como él mismo se describe, que soluciona todos los messy problems. A lo largod e la película vemos como Clayton lucha contra todos y todo por descubir la verdad que se esconde tras el extraño comportamiento de su hasta entonces correcto compañero (Tom Wikilson) en medio de una disputa jurídica en la que se ve envuelta una compañía (de las grandes) que como siempre da un bonito discruso pero de lo que se encarga en realidad es de matar el medio ambiente (tema tan de moda para algunos hoy en día).

La película está bien narrada, manteniedo ese (al menos para mí) delicioso suspenso que nos pueden otorgar estos films de problemas judiciales e intriga cuando son explotados de la manera correcta. Se me viene inmediatamente el ejemplo del magnífico film de Michael Mann "El Informante" (The Insider) el cual derrocha gran cantidad de suspenso al enfocar desde las amenazas al protagonista hasta la toma de sus decisiones. Michael Clayton es una película que cumple la misión principal de toda cinta: mantiene su interés a lo largo de su duración. Y se lo debe en gran parte a la muy buena performance de George Clooney. No sabemos que fue más criticado, si la nominación de la película o la nominación de Clooney como Mejor Actor. No será el mejor interprete de la historia o de su generación, es más, como director demuestra más cualidades que como actor, pero el personaje que construye se carga la película y no desentona. Clooney tiene momentos para actuar como Clooney, pero trata de salirse de esa persona (cosa que lo ha marcado a lo largo de su carrera) para decirnos que lo que estamos viendo en pantalla es la historia de Michael Clayton, un hombre cuarentón con problemas familaires y que no duerme y come por casi 48 horas con la única misión de salvar el honor de su amigo y sacar a relucir la verdad. Clayton es un antihéroe, porque si bien es cierto que se pone como el baluarte de la lucha de la verdad contra las tapaderas llenas de mentiras y encubrimientos de las grandes emrpesas, no pasa de ser un padre deficiente, ludópata y que aprovecha muy bien sus cualidades para arrastrarse (como toda serpiente) y bajar al submundo donde siempre sabe que golpe acertar para lograr sus objetivos. Pero Clayton está marcado por la frustración, por el siempre salir airoso pero nunca con recompenza (o por derrochar o malgastar la poca que obtiene), por lo que la situación con su compañera y la gran empresa es una ventana abierta hacia la reivindicación, el poder comprobarnos (y comprobarse a sí mismo) que siempre hay una oportunidad para seguir haciendo lo que haces pero con otros objetivos, unos un poco más admirables. Clooney y su Clayton nos transmiten simpàtía, nos podemos identificar con él, y todo gracias a su limpia performance, alejada (aunque nunca totalmente desapegada...eso es imposible en el buen George) del Clooney persona.

Los secundarios también destacan. Wikilson cumple una gran actuación como el desestabilizado Arthur, pero veo casi imposible que le pueda arrebatar el Oscar a un monumental Javier Bardem en "No Country for old men". Sydney Pollack correcto como siempre, pero es Tidla Swinton la que me cautivó por completo. Como esa fría, metódica y presionada mujer emprendedora de las grandes corporativas, Swinton nos da en su frialdad una gran perfromance como la cara gélida de las empresas. La presión y la duda corre por la mente de su personaje, pero a la hora de las decisiones, siempre tiene una determinación que desconoce los más netos instintos humanos. Una actuación perfecta, y creo que sus bonos como mejor actriz de reparto pueden subir. Gran música, guión por supuesto, y buena labor de Tony Gilroy, quien demuetsra tener nivel tanto para escribir guiones como para situarse detrás de cámaras.

Tal vez mi única queja contra la película sería la innecesaria explicación de la escena de la bomba en el carro, porque no solo juega mal con un suspenso falso, sino que deja como unos incompetentes totales a los matones de la empresa (y eos que ni siquiera menciono a los caballos milagrosos). Pero "Michael Clayton" es una cinta con nivel, bien estructurada, que nos deja pensando, pero sin darnos sermones o dilemas a la fuerza, sino basando su fuerza tanto narrativa como reflexiva en el guión, las buenas actuaciones, y la acertada dirección, las 3 torres que hacen un buen film. Nada más ofrece Michael Clayton, no se compromete, y eso es suficiente. Entretenimiento, calidad, y reflexión, tres cosas que nos da y con esas, siempre, somos felices tras salir del cine.

Puntuación: 18/20

sábado, 2 de febrero de 2008

El camino hacia el Oscar 2008: Juno

Llegamos a la segunda película de las 5 que aspiran al Oscar; se trata de "Juno", film que narra las (des)venturas de una joven de 16 años (Ellen Page) que descubre que está embarazada, y todo lo que ello acarrea. La trama parece simple, y en sí el tratamiento lo es, pero esta "comedia" contiene un espíritu que la diferencia de esos repetitivos prototipos de comedia de adolescentes. Con un guión notable (con excepcion de una u otra incongruencia) y actuaciones sólidas, "Juno" se convierte en la sorpresa del Oscar, y en verdad es muy merecido, pero el baluarte fundamental de esta cinta tiene nombre propio: Ellen Page.

El film dura apenas una hora y media que la pasamos muy bien, viendo todo lo que conlleva estar encinta a la temprana edad de 16 años, y lo que pudo caer en cualquier bache lastimero, la película mantiene siempre en alto a su protagonista, quien con una madurez sorprendente (de las que muchos niños y niñas necesitan), pero sin perder ese pensamiento impulsivo y tierno de todo joven, contiene sus problemas y las presiones externas para simplemente dar respuetsa a todo de la manera más simple. Los grandes pueden criticar esto, que el mundo no es tan simple, pero la novel e inteligente Juno es práctica y va a la acción ante cualquier situación que la incomode, sea para regalar a su bebe el cual sabe que no podrá cuidar mientras que sufre los desbalances amorosos propios de su edad. Ya sea en su relación con sus padres o con la pareja que adoptará al bebé o con el promiscuo padre de su hijo, Juno resuelve todo son ese dulce temple que la caracteriza de principio a ¿fin? Bueno, y es que Juno falla notoriamente en sus últimas secuencias. Sobre todo, me refiero a la resolución de la relación entre Juno y su novio-compañero. Después que la decidida Juno supera las dificultades e indecisiones producto de los frágiles comportamientos de los adultos, se encuentra con un joven (que más parece niño traumado) padre de su hijo que se había despreocupado del tema, no queriendo ni ver al niño. Bueno, los que seguimos toda la película el movimiento de nuestra exquisita protagonista, sin duda nos decepcionamos con su decisión de reconciliarse. En fin, por más madura y suelta de huesos, todo joven guarda un poco de estupidez (léase "supuestamente" amor) en su cerebro.

Finalmente, destacar a Ellen Page por este magnífico personaje y estupenda actuación que nos regaló. Nominada al Oscar como mejor actriz, difícilmente ganará, teniendo veteranas favoritas (como Julie Christie) o actrices favoritas de muchos (Cate Blanchet, y me incluyo en sus hinchas), pero Ellen o "Juno" ya se ganó nuestros corazones con esta comedia (dramita) lleno de vida, alegría, y que deja moraleja con la mejor (tal vez única) manera de hacer esto posible: sin tratar de dejar enseñanza. Todo en Juno llega directo al corazón, arrancando risas y conclusiones, para nosotros los jóvenes, pero también para todos los que nos rodean. Para chicos y sobre todo grandes.

Puntuación: 17/20

lunes, 28 de enero de 2008

El camino hacia el Oscar 2008: No Country for old men

Empezamos la lista de reseñas de aquellas películas que espero este 2007 y además de las favoritas en la época de premios esta temporada. Y la cinta que inaugura esta sección no es otra que "No Country for old men", la que para muchos es la candidata para llevarse el Oscar a mejor película. Esta no es otra que el tan hablado film de los hermanos Coen, quienes tienen una interesante filmografía y que parece que por fin han conseguido la tan ansiada consagración. Debo decir que me dispuse a ver esta película con altas expectativas, pero terminé con sentimientos encontrados.

La historia juega con los géneros de suspenso, drama, algo de comedia negra y hasta el western. Siguiendo la línea de los Coen, se presenta un mundo lleno de apesadumbrados antihéroes que luchan con aquellos dilemas morales que ponen a uno en más de un apuro. Tenemos tres personajes clave por así decirlo. Está Moss (Josh Brolin) quien una tarde cazando se encuentra con los "resultados" de una matanza entre traficantes, a lo que se suma un maletín con gran cantidad de dinero. Un primer conflicto de los muchos que perseguirán a nuestro "supuesto" protagonista es el hecho de tomar o no un dinero que está sucio (producto del tráfico de drogas), tomando a la vez el riesgo de que los verdaderos dueños de ese dinero vuelvan a buscarlo. Pero Moss decide tomarlo y así empezará la cacería en su contra, en gran parte teniendo al sicario Anton Chigurh (Javier Bardem) atrás de él, paso a paso, con la única intención de asesinarlo, pero también estará el Sheriff Bell (Tommy Lee Jones) quien como autoridad del pueblo tratará de develar el misteiro alrededor de los cadáveres de los traficantes mejicanos. Empieza así una película que trata de mostrarnos que nadie está a salvo, que en verdad todos son vulnerables, desde el señor del carro que es intempestivamente asesinado con un balón de oxígeno (marca registrada del asesino) hasta el mismo sicario. Como lo dice el título en español, en realidad este es un condenado mundo peligroso, en el que no hay lugar para los débiles. Es así que los Coen juegan con el destino y los caprichos del mismo, en el que el tiempo y espacio pueden derrumbar (herir o matar) a cualquiera de nosotros (personajes) como simples piezas de ajedrez. El mayor ejemplo de ello es el juego de cara-sello de la moneda con el que Anton le agrega más morbo a sus terribles actos. El film ilustra bien sus temas, es fiel a sí mismo en toda su duración, y mantiene siempre una estructura narrativa compacta, sólida, pero no por eso con algunas fallas, propias más de la misma historia que de su narración (en la cual los Coen son muy eficientes, sino revisemos la magistral "El hombre que nunca estuvo").

Es la misma historia la que hace que decaiga "No country for old men". Esta parte de la crítica contiene más spoilers todavía, así que cuidado. Tengo la impresión que la trama nos traiciona, o nos "jala la alfombra" para dejarnos sin piso. El supuesto "protagonista", Moss, es asesinado de la manera más imprevista y hasta desconcertante. Esto no es un recurso negativo para nada. Recordemos Psicosis del maestro Hitchcock, en la que la "protagonista" es asesinada (magnífica y recordada escena en la ducha) a los cuarentaitantos minutos del film. Recurso sorprendente con resultados chocantes. Pero, ¿porqué esto no es adecuado en el film de los Coen? Primero por el tiempo, ya que Moss muere a la hora y media de avanzada la película. Para ese entonces, ya nos habíamos metido de lleno con Moss y esperando cual será su siguiente pericia para librarse del asesino Anton, pero este es asesinado así de la nada, ni siquiera mostrándonos la secuencia o la acción que provocó su muerte (un tiroteo contra los mejicanos). Simplemente sale el plano del Sheriff Bell llegando a la habitación para encontrar su cuerpo. No fue lo adecuado porque con Moss fuera del universo de la película, tenemos que apoyarnos en el que vendría a ser el otro "héroe" del film, el Sheriff Bell, quien durante todo el film había sido, sino olvidado, dejado en un tercer y hasta cuarto plano. Tommy Lee Jones no tiene la culpa (es más, su actuación es tan correcta como siempre), sino que la historia no lo trata bien, lo relega, perdiendo la oportunidad de explotar al máximo a este personaje marcado por el aburguesamiento de una prolongada carrera y que se encuentra el el dilema clásico de todo lo que produjo en su vida. No sabemos si era intención de los Coen o termina siendo un error de tratamiento, pero el film nos deja sin base firme en la cual apoyarnos, aunque afrotunadamente está ese otro personaje, el cual se ha convirtido en uno de mis preferidos: el mercenario Anton, interpretado de manera magnífica, notable, sobresaliente por el español Javier Bardem, el cual se ha llevado un sinúmero de premios y el Oscar sería la cereza en este pastel que lo temrina consagrando. La expresión de su rostro, su ritmo pausado y metódico, su mirada y hablar temerario, su movimiento total como asesino, como un loco de remate en busca de sangre y todo lo demás son sencillamente geniales para componer a este personaje. Vale sino recordar la escena, de las primeras, en la que estrangula a un policía. ese rostro quedará marcado para siempre. Y en sí, el personaje de Bardem es el más interesante del film, y el que finalmente nos temrina despertándo más emociones y por el cual nos interesamos más. Personaje clásico de los Coen, no está exento de situaciones cotidianas y "rarezas" psicológicas propias de todo ser humano.

Técnicamente, No Country for old men es impecable, especialmente con esa bellísima fotografía y el buen accionar del reparto. Tendré que esperar por There Will Be Blood (con la que competirá el Oscar a mejor película seguramente) para juzgar cual es mejor, pero este film de los Coen me deja con esa conclusión ya clásica en mí: hay películas buenas, notables, pero que a veces no llegan allenar el ojo de uno. No Country for old men es una de estas, largometraje muy bueno, fuerte, pero que por ciertos desatinos con los personajes y con la historia no me atrapó del todo. Eso sí, los hermanos Coen demuestran oficio, en la dirección, en la narración, en la dirección de actores. Tiene su lugar en el quinteto de nominados a mejor film para el Oscar bien ganado, pero pensé que me cautivaría un poco más. Para el recuerdo eso sí, Bardem y ese pedazo de personaje.

Puntaje: 16/20

martes, 22 de enero de 2008

Q.E.P.D Heath Ledger

Navegando uno encuentra noticias que lo sorprenden. En este caso, he encontrado una que me ha causado tanto impacto como un dolor terrible: Heath Ledger ha fallecido. Nefasto hecho que le trunca la carrera y la vida a este notable actor que ofreció una de las mejores interpretaciones que he visto en mi corta vida cinéfila: la de Ennis Del Mar en la bella Brokeback Mountain. Y justo viene este baldazo de agua fría cuando este año se estará estrenando "The Dark Knight", la segunda película del Batman de Nolan. Y por lo que pudimos ver en el trailer, este Joker hará historia. Y más aun con la perdida de Heath, este personaje sin duda nos emocionará más cuando lo veamos en pantalla grande. Siempre voy a recordar que mi primer post en este blog fue sobre los 10 actores que marcarán pauta en los próximos años, y situé a Ledger en el puesto 4. Lamentablemente, este puesto 4 quedará vacante, pero Ledger, como toda leyenda, muere para transformarse ya en ícono de la buena actuación. Q.E.P.D. Heath, y te vemos en el cine cuandon luches contra Batman.

Como Ennis del Mar, en un papel memorable

Una nota más, solo decir que las malditas drogas y pastillas (al parecer causa posible de su deceso) siguen invadiendo y truncando carreras y vidas llenas de esperanza.

El Òscar 2008

Los Academy Awards o mejor conocidos como Los Oscars se han dado a conocer esta mañana y, como era de esperarse, no se han hecho esperar los coemntarios en distintos sitios sobre sus aciertos y olvidos, predominando como siempre las quejas. En fin, siempre una premiación causará polémica, y más una como los Oscars, que no son ni los más acertados ni los más justos a la hora de dar la estatuilla del hombrecillo calvo, pero son los más prestigiosos, eso sin duda.

He aquí la lista de las nominaciones más importantes:

MEJOR PELÍCULA
Expiación
Juno
Michael Clayton
No es país para viejos
Pozos de ambición

MEJOR DIRECTOR
Julian Schnabel - La escafandra y la mariposa
Jason Reitman - Juno
Tony Gilroy - Michael Clayton
Joel Coen/Ethan Coen - No es país para viejos
Paul Thomas Anderson - Pozos de ambición

MEJOR ACTOR
George Clooney - Michael Clayton
Daniel Day-Lewis - Pozos de ambición
Johnny Depp - Sweeney Todd
Tommy Lee Jones - El valle de Elah
Viggo Mortensen - Promesas del Este

MEJOR ACTRIZ
Cate Blanchett - Elizabeth: La edad dorada
Julie Christie - Lejos de ella
Marion Cotillard - La Vie en Rose
Laura Linney - The Savages
Ellen Page - Juno

MEJOR ACTOR SECUNDARIO
Casey Affleck - El asesinato de Jesse James
Javier Bardem - No es país para viejos
Philip Seymour Hoffman - Charlie Wilson's war
Hal Holbrook - Into the Wild
Tom Wilkinson - Michael Clayton

MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA
Cate Blanchett - I'm not there
Ruby Dee - American Gangster
Saoirse Ronan - Expiación
Amy Ryan - Gone Baby Gone
Tilda Swinton - Michael Clayton

MEJOR GUIÓN ADAPTADO
Expiación
Lejos de ella
La escafandra y la mariposa
No es país para viejos
Pozos de ambición

MEJOR GUIÓN ORIGINAL
Juno
Lars and the Real Girl
Michael Clayton
Ratatouille
The Savages

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
Persepolis
Ratatouille
Surf's Up

Para consultar las nominaciones en su plenitud podemos revisar desde la página oficial de la siempre magnánima y fastuosa academia hasta la siempre servicial wikipedia, pasando por un sinúmero de blogs. Al revisar la lista general rescataremos que las películas "líderes" de esta contienda son las esperadas: "No Country for old men" (o "Sin lugar para los débiles" como se titulará por estos lares) de los hermanos Coen, y "There will be blood" (o "Pozos de ambición") de Paul Thomas Anderson. Con 8 nominaciones, ambas son las claras favoritas a disputarse palmo a palmo el tan ansiado premio de Mejor Película. En sí creo que las otras 3 nominaciones no tienen chance alguna. "Juno" viene a ser una especie de Little Miss Sunshine (magnífica película) del 2007. Independiente y del género de la comedia aunque con toques dramáticos, esta cinta se convierte en la sorpresa de esta categoría, confirmando que la Academia también puede suavizarse al parecer estar tomando este rumbo de nominar una tragicomedia independiente por año. Esta medida es acertada porque aleja los fantasmas (aunque no del todo) que indican que el Oscar es sinónimo de películas grandes y magníficas. Esperemos que Juno (a la cual ahora esperamos ver pronto) este a la altura de Little Miss Sunshine, o al menos que acapare la mitad de su calidad. Atonement fue la ganadora de los Globos de Oro, y tiene 7 nominaciones, aunque pocas de gran importancia. La tendencia ahora es que la Academia no premie a aquellas que se llevaron el Globo (gracias a Dios así pasó con la insufrible Babel, pero desafortunadamente se cumplió cuando la vieja tendencia conservadora le negó el premio a la entrañable Brokeback Mountain para dárselo a la "tierna" y "condescendiente" Crash), y lo más probable es que esto ocurra con Atonement.

Párrafo aparte merece "Michael Clayton", película de abogados como puede ser vista a simple vista, pero que guarda más dentro de su trama al tocar temas desde la lealtad y ética hasta las grandes corporaciones y manipulaciones omnipresentes. Esta ha sido la que ha acaparado la mayor cantidad de críticas. Muchos dicen que se le ha sobredimensionado, otros que los premios a las cual aspira son producto de su protagonista, George Clooney, quien es uno de los intermediarios para que finalize la huelga. Yo quiero verla primero, ahora más que nunca. A muchos no les gusta Clooney, ya sea porque es un chico bonito o porque tiene carisma. Eso tiene Clooney, es cierto, pero también talento. Como actor se basa mucho en su encanto, pero también demuestra que tiene dotes, y si alguien tiene dudas puede revisar su carrera corta pero fructífera como director. "Confesiones de una mente peligrosa" es un buen debut, para luego dar el salto con la notable "Buenas noches y buena suerte". Para gusto de sus admiradoras (y admiradores también) y para irritación de sus detractores, Clooney puede ser considerado ya la estrella del Hollywood actual, aunque claro, como una estrella, esto siempre es fugaz.

El buen George está nominado a mejor actor, y puede dar el golpe si es que Michael Clayton da el golpe y se lleva todo. Pero yo lo veo con pocas chances ante el ultra-hiperfavorito Daniel Day-Lewis, que por "There will be Blood" puede llevarse su segunda estatuilla. Este actor no aparece mucho en los cines (muy diferente al estilo de Matt "estoy en todos lados" Damon), pero cuando lo hace nos da clases de actuación, siendo la última la que realizó con la dirección de Scorsese en la regular "Pandillas de Nueva York" como ese carnicero sangriento, patrón de New York que atemorizaba a todos y opacaba incluso al mismo DiCaprio. Johnny Depp es el único representante importante de Sweeney Todd, pero no creo que tenga mayores chances (eso sí, el Oscar para Johnny llegara y pronto). Sorpresas en este rubro son Tommy Lee Jones (actorazo que vuelve a estar en el primer plano de los premios) y sorbe todo Viggo Mortensen, quien no sorprende que haya sido nominado por su performance, ya que es de altísimo nivel, sino que esto demuestra que la Academia sí hizo hincapié en "Promesas del este", pero por algún "motivo" o "circunstancia" hizo caso omiso de la labor del director David Cronenberg (que para estas alturas del partido ya debe estar acostumbrado) o de la misma película.

Lo de Crononberg conecta con lo que son las grandes ausencias de esta mañana, y esas están sobre todo en el rubro de dirección. Ridley Scott y Tim Burton son los grandes olvidados del Oscar esta ocasión (bueno, Burton parece que será siempre olvidado). Asímismo, sus películas que eran casi fijas como American Gangster y Sweeney Todd están ausentes en el rubro más importante. Bien por Schnabel, Reitman y Gilroy, pero la lucha fuerte, al igual que en la categoría de mejor película, será entre Paul Thomas Anderson y los Coen. Estos dos (o mejor dicho, estos dos contra uno) también compiten por Guión adaptado.

Casi seguros para llevarse la estatuilla dorada son Javier Bardem y Cate Blanchet en las categorías de actores de reparto, aunque sorpresas pueden dar Tom Wikilson (una vez más, si es que Michael Clayton da el gran golpe) y Amy Ryan. Finalmente, gran sorpresa y satisfacción que Ratatouille, una película animada, haya logrado 5 nominaciones. Solo faltó que le den el rubro de Mejor Película. En fin, esperemos a Los Oscars, siempre tan controversiales como majestuosos, pero sobre todo tengo un mayor deseo: que se solucione la huelga de guionistas. Ya muchas pérdidas se han originado como producto del paro, y es hora que en sí se sienten a negociar, y que las corporaciones y los estudios cedan. Sin ellos, los guionistas, no habría lo más hermosos que tenemos para ver, lo que alimenta nuestros sueños y nuestro insaciable deseo voyeurista: las películas. Un buen film es un buen guión primero. Y por más aburrida y lenta que sea la ceremonia, el Oscar es el Oscar, y tiene que celebrarse, por el bien de todos y el nombre del cine en primer lugar.

domingo, 13 de enero de 2008

2 más...

Creo que hay dos películas más que debo agregar a la lista de las "10 pelis". Una es Atonement (o Expiación), que estuvo a punto de entrar gracias más a la...como decirlo...belleza, genialidad visual, la espectacular dulzura de rostro y gracia que destila Keira Knightley que ha sus logros cinematográficos. Pero tras leer más comentarios y ante la sorpresa que marcó esta noche en la deslucida ceremonia (solo una mínima conferencia de prensa) de los Globos de Oro al llevarse el premio a mejor película dramática, derrotando a favoritas como Gangster Americano o Sin lugar para los débiles (u originalmente titulada No Country for old men), es más que necesario detenerse en esta cinta que seguro tomará fuerza para el premio mayor (aquella pequeña pero poderosa estatuilla dorada de un hombre calvo). Y la otra que creo debo incluir es la que ya muchos consideran un clásico moderno como es There will be Blood, por la que Daniel Day-Lewis probablemente se lleve un nuevo Oscar como mejor actor (por el momento acaba de ganar el Globo). A esperar entonces estas dos películas.

martes, 8 de enero de 2008

10 películas que espero este 2008

Como siempre, en nuestro querido país, las mejores películas y las de los premios (uy, no habrá Globos de Oro, cuidado con el Oscar) llegan recién en los primeros meses del año. Pero esperemos que el retraso valga la pena. Unas premiadas, otras superproducciones, aquí está la lista:

1.- The Dark Knight
2.- Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal
3.- American Gangster
4.- Cloverfield
5.- La Señal
6.- Sweeney Todd
7.- No Country for old men
8.- Michael Clayton
9.- La guerra de Charlie Wilson
10.- Promesas del este

sábado, 5 de enero de 2008

Perdido en mi adicción

Quería empezar el 2008 con una entrada sobre La Gran Sangre, una de las series que más emociones me han despertado, y justamente porque ayer tuvo su último episodio de lo que (supuestamente) es su última temporada. Pero no puedo contener mis ganas de escribir (y expresar) mi súbito (re)interés por LOST, una de las series del momento y de las cuales me volví un seguidor más a mitades del 2007.

Pero no me malinterpreten, LOST no es para mí lo mejor de la TV. Ahí está Los Sopranos, el producto audiovisual mejor hecho para televisión que he visto hatsa el momento; o ahí está 24, que pase lo que pase, siempre será lo mejor que vea en todo sentido en la pantalla chica (y es que marcó mi vida, pero eso para otro post). Pero, ¿qué pasa con LOST entonces? Sencillamente, LOST es la droga televisiva. Bueno, en sí la TV (que nos entretiene tanto como nos perjudica) es un avance adictivo entre sus muchas características, pero en lo concerniente a LOST, podemos decir que el nivel atrayente que muestra solo incremente con el paos del tiempo. Puede sonar extraño, ya que generalmente las expectativas disminuyen con el correr de los días, pero con esta serie pasa lo contrario. LOST va por su cuarta temporada y la expectativa es enorme. No voy a hablar ni del nivel estrictamente narrativo o lineal de la serie (que en algunos momentos, fanatismos aparte, deja mucho que desear) ni tampoco de su construcción y desarrollo de personajes, sino que simplemente me enmarco en lo que concierne a las características que nos obligan semana a semana (o a otros que no aguantamos y las compramos cada temporada para vernos 5 capítulos de un tirón) a no perdernos esta serie.

Claro, todas las series (las buenas) te "obligan" a volver a sintonizarlas, pero con LOST llega al extremo por lo que creo 2 cosas en particular: su tratamiento y su publicidad. En lo que respecta al primer punto, este queda marcado desde el priemer episodio: lo que parecía un relato sobre un grupo de personas tratando de sobrevivir en una isla desierta (ni tanto claro está) luego de un aparatoso accidente de avión se convierte en una entrada a lo sobrenatural. Y es que esto es LOST, un acercamiento a lo extraño, a lo inesperado, que generlamente, es el núcleo de todo temor humano. Para los que han seguido la serie en sus 3 temporadas (la primera magnífica simplemente, la segunda mal trabajada, y la tercera con picos tanto de monotonía como de emoción) ya no es raro preguntarse que diablos (por decirlo de la manera más "suave" posible) hacen un grupo de osos polares en una isla, de donde salen esos susurros misteriosos, que hace posible que el llegar a la isla te cure de ciertos males, o que tienen que ver un conjunto de números misteriosos, algunas escotillas-estaciones o una constante humareda negra que parece no tener otra misión que arrasar con todo (y todos) lo que se cruce en su camino con los sorbevivientes del vuelo 815 y la isla. En sí, esta serie tiene la palabra misterio escrita por todos lados. Y como buen misterio, te da pistas. Y para eso, la serie te obliga a quedarte pegado a tu asiento los cuarenta minutos de cada capítulo (DVD claro, sin los fastidiosos comerciales) para que averigues hasta el más mínimo detalle. Y es que no solo la isla y las aventuras de los protagonistas en ella nos ofrecen indicaciones de lo que podemos estar viviendo, sino que también los flashbacks, el recuento de sus vidas en un tiempo anterior, están llenos de detalles que (cuando nos percatamos de ellos claro) no hacen sino poner una o dos palabras en nuestras mentes (generalmente lisuras que denotan incredulidad). No hay opción de adelantar o skip algo en LOST, todo importa, "todo pasa por algo" como decía uno de sus taglines. LOST es un torbellino que desde el momento en que el buen DR. Jack depierta en shock en medio de la isla hasta el memorable cierre de temporada, el cual no lo mencionaré para no dañar suceptibilidades de spoilers (al diablo, es un flashforward, es el futuro en el que Jack y Kate se encuentran fuera de la isla...lo dije). La serie te atrapa y con cada detalle, cada nueva pista que sale (una estatua de cuatro dedos, una escotilla nueva, un personaje del pasado que regresa, etc), con cada rareza que nos presentan, nos hacen decir: "Tengo que ver LOST", en el cual no hay otra cosa en la cabeza.

Y el otro punto que hace a LOST tan atrapante es su gran publicidad. Sobretodo la llevada a cabo (con mucho tino por los productores) en internet en lo que se conoce como "The Lost experience". Este es una especia de expansión de la serie, en la que los fanáticos cibernautas (es decir, televidente average del siglo 21) van descubriendo nuevas pistas e indicaciones de la trama enmarañada de LOST mediante juegos interactivos o videos. Contando con sus propios protagonistas de ficción, la serie gana en fanaticada y la expectativa aumenta por estos portales. Me remito a la última iniciativa de The Lost Experience, la página http://www.find815.com/ que es lo que me ha mantenido con las ganas de ver LOST estos días y celebrar cada día que pasa para que ese 31 de enero esté aquí y me entere de lo que ocurre en la premier (esperar unos días a que el capítulo pueda ser visto recién). En este nuevo paso, el protagonista es el novio de una de las aeromozas del Oceanic 815 (el trágico vuelo) que decide seguir con la búsqueda de los potenciales sobrevivientes, los cuales están apunto de ser declarados fallecidos. Y así tu juegas y acompañas al protagonista, encontrando en el camino videos o detalles que generan en ti la expectativa de que pronto te enterará de algo nuevo, aunque generalmente esto no pasa. LOST es un mundo extraño, y The Lost Experience no es la excepción, presentándonos misteriosas páginas web que estarán disponibles recién lueog de la premier o dando pinceladas de imágenes dentro de los videos que pueden ser tanto personajes que serán presentados en el futuro como también pueden representar pistas falsas o clues inventadas más por el fanatismo de los seguidores. Incluso hay guiños a Cloverfield (http://en.wikipedia.org/wiki/Cloverfield), proyecto cinematográfico de JJ Abrams (uno de los hombres detrás de LOST) el cual ha generado tanta expectativa por el misterio que rodea su producción y proyección.
En fin, LOST es esperada por muchos que seguiremos jugando en find815 hasta que llegue el estreno, o mientras tanto revisaremos las 3 temproadas anteriores por si algún detalle se nos escapó. Pero es innegable ya el impacto cultural que ha tenido este serie, catalogada ya como fenómeno. Fuera de lo extramundano y hasta fantástico, LOST trata sobre personas tratando de corregirse y enmendar su destino, encontrando su segunda chance, su reivindicación con el mundo y con ellos mismos. Ahí, en esa isla de la que mueren por salir (excepto Locke claro) han encontrado un rol, una familia, y hasta una misión por la cual vivir, o definitivamente morir. Como todo lo bueno en la vida, LOST trata de encontrarse (paradójicamente je), de buscar respuestas, las cuales, para nosotros comunes televidentes, todavía nos son ajenas. Para estar tranquilos, faltan 3 años, 48 capítulos y quien sabe cuantas escotillas más. LOST ha logrado eso, que sea más fácil que los losties salgan de la isla que nosotros dejemos de ver el programa. Sin darnos cuenta, hemos caído en nuetsra propia isla. Y se ve que ninguno quiere salir.