sábado, 28 de julio de 2012

The Dark Knight Rises: la revolución del hombre-murciélago

"The Dark Knight Rises" (TDKR) es la película que cierra la saga de "Batman" del director inglés Christopher Nolan. Para ser más estrictos, cierra la saga del "Caballero de la Noche", debido a que viendo la saga en su totalidad, más que una película de súperhéroes, Nolan retrata a un personaje que no sólo sale disfrazado a golpear a los malos, sino que tienen que crecer como persona, superar sus miedos y combatir a villanos que muchas veces le plantean retos más éticos que físicos.TDKR es un cierre perfecto para la saga, para el personaje de Bruce Wayne (Cristian Bale) y una muy buena película, aunque con un par de aristas críticas por tratar.

Primero lo bueno. TDKR es una película que cambia la variante de thriller de su predecesora, "The Dark Knight", por un género de épica. La gran lucha, la épica de la confrontación cuyo éxito parece imposible es la temática que adquiere TDKR. Todo el film es la lucha de Batman, primero solo (absolutamente solo, ni siquiera con Alfred al costado), y luego acompañado por los ciudadanos oprimidos de Gótica, su pueblo, contra aquella fuerza exterior maligna que apoyados en el terror ha impuesto su propio régimen de comando. La cara (o máscara) visible de esta fuerza represora de Gótica y del propio Batman es el villano de turno, Bane (Tom Hardy).

La palabra "rises" o "asciende" es precisa para el título de la película. Bruce Wayne/Batman se "levanta" más de una vez para combatir por lo que cree y por su ciudad. Debe ser de las pocas películas de Batman que, paradójicamente, tienen al caballero oscuro como absoluto protagonista de la película (recordemos como en sus respectivas películas tanto Jack Nicholson como la dupla Phepher/DeVito y el difunto Heath Ledger adquirieron ribetes de protagonistas). Y Bale es un actor que es muy bueno mostrando los retos físicos que le imponen a su personaje, por lo que su actuación es su mejor desempeño en toda la saga. No nos engañemos, al final todos somos "fanboys" y hemos ido a ver las películas de Nolan para hinchar por Batman (aunque por un segundo, sólo por un segundo todos quisimos que el Joker ganara en la segunda entrega) y querer que derrote a sus miedos y a sus enemigos para salir triunfador. Nos enganchamos definitivamente en esta película con el héroe y absolutamente creemos su viaje, tanto físico como mental, para ascender y terminar como el héroe que la ciudad necesitaba.

El metraje del film es de casi 3 horas, pero ni se sintieron. Si biens e critica a Nolan de querer explicar hasta el mínimo detalle y alargar sus películas, pues que las explique así porque ni en Inception, ni en The Dark Knight, ni en esta ocasión me aburrí por un segundo o mire mi reloj. Nolan es sin duda un maestro del cine y coloca tan bien las piezas que todo se siente como engranaje que te va golpeando lentamente, que te va mostrando y ocultando, que te pone en peligro, te rescata, y te tumba al piso nuevamente. Nolan, y aquí me hace recordar a Kubrick, es sencillmanete un "hijo de p" con una mente maestra que juega contigo y te hace sentir, ya como es costumbre, dos horas y media de buen cine. El gran Nolan es eso, uno de los mejores cienastas de la actualidad con una combinación perfecta: hacer gran cine y entretener a la vez.

El ritmo de la película es bueno. Nos compramos el viaje de un protagonista con un storyline muy bien escrito y una gran actuación de Bale. Hay escenas épicas memorables (La primera aparición de Batman en la persecución de las motos, toda la escena del estadio, la batalla a lo corazón valiente entre "Team Batman" y "Team Bane"). Entonces, ¿Qué faltaría para cerrar una excelente película? La respuesta es su villano. ""The Dark Knight" no sería lo que es sin ese monumental Joker de Heath Ledger, entonces para TDKR Nolan tenía elr eto de poner un villano que esté a la altura. Y parecía que lo hacía, pro este villano vino con un truco, y esto sería la "trampa" de TDKR.

El Bane de Tom Hardy es un gran villano, hasta cierta parte de la película. Su presentación en el rescate del avión no llega a ser tan perfecta como esa gran escena del atraco del banco del Joker, pero es una potente primera escena para este villano que impone respeto físicamente: gran tamaño, musculatura, voz darthvaderiana, etc. Pero Bane no se queda sólo en lo físico, sino que grata es la sorpresa, y no esperábamos menos viniendo de Nolan, que también es cerebro y hasta cierto encanto al hablar, y lo que tienen todo gran villano: motivación. Un buen malo no es un loquito que sale a hacer maldades, es alguien que sale por una razón. Mientras que el Joker de Ledger salía a hacer diabluras para crear anarquía (se autoidentificaba como un "agente del caos"), el Bane de Hardy es un hombre con un plan que buscaba la reducción de Gótica no de manera instantánea, sino poco a poco. Bane tenía un arma nuclear y pudo haber desaparecido Gótica apretando un botón, pero no. En la gran escena del estadio él llega, vuela el campo de fuego y sale convertido en "el hombre", con una gran presencia y confianza, señalando que Gótica está ahora libre de las corruptas autoridades y ahora manda la gente (aunque en verdad es él y sus hombres). El plan de Bane es, al igual que el Joker, crear el caos a través del terror (terrorismo en su estado puro), pero con motivaciones un tanto más, digamos, "sociales". Y justamente lo que viene a continuación es la primera traición al villano.

Al final queda establecido que Bane no buscaba la revolución, y que sólo era un falso líder que utilizaba a la gente para destruir. ¿Qué lider revolucionario quiere el beneficio de todos los demás y no su propia gloria? No lo hay y Bane no es la excepción. Pero a pesar de ello, todo elt ema de "Gótica sitiada por Bane" era el storyline más interesante de la película y sentimos que a Nolan le faltó metraje para desarrollarla. Era la historia más rica de la película y sentimos que no hubieron escenas donde podamos ver ese estilo de vida de Gótica y el por qué era tan negativo. Claro, una represión donde se libera a los presidiarios y se saca a la gente de sus casas ya es malo, pero solo fueron un par de escenas. Creo que hubiera sido más interesante mostrar esa vida de Gótica luego del golpe de Bane porque nos hubiera aumentado las ganas de ver ya a Batman con su traje repartiendo golpes a todos los represores. Mientras veía la escena en que Bane estaba fuera de la cárcel y decía que liberaría a los presos porque los habían puesto ahí los corruptos, bueno, me decía, eso es verdad. la falsa motivación de Bane quedaba medianamente justificada, pero esperaba un mayor desarrollo de lo otro, generalmente lo que no se habla de las revoluciones: que los que buscan cambiar un sistemta terminan imponiendo uno igual o peor, basados en la hipocresía de querer establecer un cambio imponiendo su propio mandato autoritario y dictatorial.

Soy consicente que esto es Batman y no un película de corte social que vaya a las entrañas de las revoluciones del ser humano, pero, cinematográficamente hablando, me parece que se perdió una gran oportunidad para mitificar la figura de Bane como el gran "hijo de p" dueño de Gótica luego de dar el gran golpe. Si analizamos de cerca la película, luego de la escena del estadio y la mencionada escena de Bane liberando a los presos, no hay otra aparición mítica del "malo malísimo". Obviamente no esperábamos ver a Bane sentado en un trono rodeado de danzantes árabes comiendo uvas, pero sí una forma de ver que Bane gozaba de su poder y en verdad se había autoimpuesto como el "Rey de Gótica". etsa parte de la película era "la parte" de Bane, donde terminaría por despegar y pasar de ser un súper malo a ser un villano memorable. Hacemos paralelos: la escena donde Bane muele a golpes a Batman en los alcantarillados de Gótica es como la presentación del Joker en la fiesta de Bruce Wayne; la escena del estadio es como la escena de persecución en que finalmente capturan al Joker (tal como quería él); y el Joker sigue teniendo escenas memorables como el interrogatorio, en el hospital con Harvey Dent o la escena donde quema todo el dinero ganado, pero Bane ya no tiene escenas memorables, por lo que su villano no creció más, teniendo mucho campo en donde crecer. Pero esto no ocurre seguro por lo que es la segunda traición contra el personaje.

Descubrimos al final que Bane no era el "malo mayor", sino que loe ra Talia al Ghul (Marion Cotillard), que se había camuflado tras la figura de la empresaria Miranda Tate, y que simplemente era la careta de la hija del villano de la primera entrega, Rah's al Ghul (Liam Neeson) y que quería completar la misión de su padre de destruir la corrupta ciudad Gótica. Este "revelación" se da a pocos minutos de culminar el film, en pleno climax de la pelea de "Team Batman" vs "Team Bane" y no ayuda a aumentar la intensidad de esta parte del film, es más, la reduce. No ha problema en introducir otro villano. En "The Dark Knight" Nolan lo hizo de una gran manera ya que "2 caras" es el resultado de las maquinaciones del Joker, y no una imposición caprichosa del guión. Además que a esa altura de la película teníamos integrada la historia y desarrollo del personaje de Harvey Dent. En TDKR, Miranda Tate/Talia es un personaje que no nos importa por su falta de escenas y porque, sinceramente, Marion Cotillard no aporta nada para mejorar tan pobre papel. Es la pata coja de la película y además este giro es negativo porque, lamnetablemente, reduce a Bane a un mero secuaz, a puro músculo. Por ello es que Bane sale mal parado de la película: pasa de ser un villano invencible que derrota claramente a Batman, a no ser aprovechado en su faceta de "Rey de Gótica", para después ser reducido a ser guardaespaldas de la "mala mayor". Batman siempre ha sido lo que es por sus villanos y mientras que en la película anterior el Joker iba "in crescendo", en TDKR Bane va perdiendo valor hasta su lamentable (no por pena, sino por la forma) muerte a manos de Gatúbela. A pesar de estas fallas de guión, y las dificultades que ya de por sí son actuar con una máscara, Tom Hardy hace un gran papel dándole matices a su personaje hasta que, como dijimos, el avance de la historia de lo permitió.

Las demás actuaciones están correctas. Gary Oldman y Morgan Freeman son dos viejos aliados que todo quisiéramos tener; Joseph Gordon-Levit es una debilidad personal y creo que haría un gran Batman si deciden retomar la idea con la que coquetea el final de la película; Anne Hathaway es una grata sorpresa y está a la altura de ese seductor personaje de Gatúbela; y para el final Michael Caine, el gran Caine, que con dos escenas (la última conversación con Wayne desde la Baticueva hasta los pasillos de la Mansión y el entierro a las afueras de la mansión) desmuestra por qué es el actor que es. Podrá ser una película de súperhéroes, pero con este par de escenas el gran Alfred nos rompió el corazón. Grande, sinceramente.

Así acaba un ciclo. La trilogía de Batman de Nolan es, sin dudas, una de las mejores sagas de la historia del cine, con una película que no dudamos que es una de las mejores de la historia como lo es "The Dark Knight". Esta última entrega, TDKR, es una muy buena película, pero que se estancó un poco debido a que su villano no terminó de despegar. Si The Dark Knight, repetimos, adquiere proporciones épicas por un villano de otro universo, TDKR justamente se queda por ello, porque su villano no evoluciona. Y porque perdió la oportunidad de analizar a fondo las repercusiones y consecuencias de una Gótica sitiada, lo que pudo ser el arco más interesante de la saga pero no se pudo concretar. Con esas ganas nos dejó Nolan, pero no le podemos criticar nada. Uno de los mejores directores de nuestros tiempos tomó un personaje difícil y no sólo lo diseñó con éxito, sino que pudo contarnos una historia básica de la humanidad pero de una manera entretenida y que nos hacía un nudo en la garganta cada vez que compartíamos los dilemas de Batman. Esa termina siendo la historia de fondo de Batman: la lucha del hombre cotnra el hombre, contra su moral, contra sus convicciones. Es Nolan quien al final, tal vez maquillado como el Joker, nos dice que el enemigo de todos nosotros es uno mismo, y el caos y la anarquí está ala vuelta de la esquina, faltando sólo un pequeño empujoncito para que nos animemos a ser más Joker y menos Batman (¿O al final terminan siendo lo mismo). Sólo podemos decir gracias Nolan, gracias Bale, gracias Heath, y gracias a cada uno de los que hicieron posible que disfrutáramos horas de gran cine, gran entretenimiento, pero sobre todo, grandes historias que, como el buen arte, ponen en tela de juicio lo que creemos como cierto. Será que la vida es oscura, muy oscura.

Nota: 18/20