lunes, 28 de enero de 2008

El camino hacia el Oscar 2008: No Country for old men

Empezamos la lista de reseñas de aquellas películas que espero este 2007 y además de las favoritas en la época de premios esta temporada. Y la cinta que inaugura esta sección no es otra que "No Country for old men", la que para muchos es la candidata para llevarse el Oscar a mejor película. Esta no es otra que el tan hablado film de los hermanos Coen, quienes tienen una interesante filmografía y que parece que por fin han conseguido la tan ansiada consagración. Debo decir que me dispuse a ver esta película con altas expectativas, pero terminé con sentimientos encontrados.

La historia juega con los géneros de suspenso, drama, algo de comedia negra y hasta el western. Siguiendo la línea de los Coen, se presenta un mundo lleno de apesadumbrados antihéroes que luchan con aquellos dilemas morales que ponen a uno en más de un apuro. Tenemos tres personajes clave por así decirlo. Está Moss (Josh Brolin) quien una tarde cazando se encuentra con los "resultados" de una matanza entre traficantes, a lo que se suma un maletín con gran cantidad de dinero. Un primer conflicto de los muchos que perseguirán a nuestro "supuesto" protagonista es el hecho de tomar o no un dinero que está sucio (producto del tráfico de drogas), tomando a la vez el riesgo de que los verdaderos dueños de ese dinero vuelvan a buscarlo. Pero Moss decide tomarlo y así empezará la cacería en su contra, en gran parte teniendo al sicario Anton Chigurh (Javier Bardem) atrás de él, paso a paso, con la única intención de asesinarlo, pero también estará el Sheriff Bell (Tommy Lee Jones) quien como autoridad del pueblo tratará de develar el misteiro alrededor de los cadáveres de los traficantes mejicanos. Empieza así una película que trata de mostrarnos que nadie está a salvo, que en verdad todos son vulnerables, desde el señor del carro que es intempestivamente asesinado con un balón de oxígeno (marca registrada del asesino) hasta el mismo sicario. Como lo dice el título en español, en realidad este es un condenado mundo peligroso, en el que no hay lugar para los débiles. Es así que los Coen juegan con el destino y los caprichos del mismo, en el que el tiempo y espacio pueden derrumbar (herir o matar) a cualquiera de nosotros (personajes) como simples piezas de ajedrez. El mayor ejemplo de ello es el juego de cara-sello de la moneda con el que Anton le agrega más morbo a sus terribles actos. El film ilustra bien sus temas, es fiel a sí mismo en toda su duración, y mantiene siempre una estructura narrativa compacta, sólida, pero no por eso con algunas fallas, propias más de la misma historia que de su narración (en la cual los Coen son muy eficientes, sino revisemos la magistral "El hombre que nunca estuvo").

Es la misma historia la que hace que decaiga "No country for old men". Esta parte de la crítica contiene más spoilers todavía, así que cuidado. Tengo la impresión que la trama nos traiciona, o nos "jala la alfombra" para dejarnos sin piso. El supuesto "protagonista", Moss, es asesinado de la manera más imprevista y hasta desconcertante. Esto no es un recurso negativo para nada. Recordemos Psicosis del maestro Hitchcock, en la que la "protagonista" es asesinada (magnífica y recordada escena en la ducha) a los cuarentaitantos minutos del film. Recurso sorprendente con resultados chocantes. Pero, ¿porqué esto no es adecuado en el film de los Coen? Primero por el tiempo, ya que Moss muere a la hora y media de avanzada la película. Para ese entonces, ya nos habíamos metido de lleno con Moss y esperando cual será su siguiente pericia para librarse del asesino Anton, pero este es asesinado así de la nada, ni siquiera mostrándonos la secuencia o la acción que provocó su muerte (un tiroteo contra los mejicanos). Simplemente sale el plano del Sheriff Bell llegando a la habitación para encontrar su cuerpo. No fue lo adecuado porque con Moss fuera del universo de la película, tenemos que apoyarnos en el que vendría a ser el otro "héroe" del film, el Sheriff Bell, quien durante todo el film había sido, sino olvidado, dejado en un tercer y hasta cuarto plano. Tommy Lee Jones no tiene la culpa (es más, su actuación es tan correcta como siempre), sino que la historia no lo trata bien, lo relega, perdiendo la oportunidad de explotar al máximo a este personaje marcado por el aburguesamiento de una prolongada carrera y que se encuentra el el dilema clásico de todo lo que produjo en su vida. No sabemos si era intención de los Coen o termina siendo un error de tratamiento, pero el film nos deja sin base firme en la cual apoyarnos, aunque afrotunadamente está ese otro personaje, el cual se ha convirtido en uno de mis preferidos: el mercenario Anton, interpretado de manera magnífica, notable, sobresaliente por el español Javier Bardem, el cual se ha llevado un sinúmero de premios y el Oscar sería la cereza en este pastel que lo temrina consagrando. La expresión de su rostro, su ritmo pausado y metódico, su mirada y hablar temerario, su movimiento total como asesino, como un loco de remate en busca de sangre y todo lo demás son sencillamente geniales para componer a este personaje. Vale sino recordar la escena, de las primeras, en la que estrangula a un policía. ese rostro quedará marcado para siempre. Y en sí, el personaje de Bardem es el más interesante del film, y el que finalmente nos temrina despertándo más emociones y por el cual nos interesamos más. Personaje clásico de los Coen, no está exento de situaciones cotidianas y "rarezas" psicológicas propias de todo ser humano.

Técnicamente, No Country for old men es impecable, especialmente con esa bellísima fotografía y el buen accionar del reparto. Tendré que esperar por There Will Be Blood (con la que competirá el Oscar a mejor película seguramente) para juzgar cual es mejor, pero este film de los Coen me deja con esa conclusión ya clásica en mí: hay películas buenas, notables, pero que a veces no llegan allenar el ojo de uno. No Country for old men es una de estas, largometraje muy bueno, fuerte, pero que por ciertos desatinos con los personajes y con la historia no me atrapó del todo. Eso sí, los hermanos Coen demuestran oficio, en la dirección, en la narración, en la dirección de actores. Tiene su lugar en el quinteto de nominados a mejor film para el Oscar bien ganado, pero pensé que me cautivaría un poco más. Para el recuerdo eso sí, Bardem y ese pedazo de personaje.

Puntaje: 16/20

No hay comentarios: