viernes, 15 de febrero de 2008

El camino al Oscar 2008: Atonement

"Atonement", o Expiación: deseo y pecado (cuando no los "deliciosos" agregados a los títulos originales) es la que podríamos llamar "potencial sorpresa" en la entrega de los Oscars este domingo 24. Las ampliamente favoritas son "No Country for old men" y "There will be blood", mientras que "Juno" o "Michael Clayton" son de esos films que siempre completan la lista y que con su mera nominación ya han tocado el cielo. Pero Atonement es la que podría dar el batacazo, y es que de las 5 cintas nominadas es la que toca el tema que la Academia encuentra más atractivo: los avatares de un amor que parece imposible en medio de las penas y destrozos que conllevan las guerras. Sino recordemos películas premiadas como la ya clásica "El Paciente Inglés" o porqué no otro amor imposible épico, no en medio de una guerra, pero sí con una catástrofe de la vida real como contexto, en "Titanic". Y si la Academia tiende a preferir estas historias, nosotros los expectadores no podemos quedarnos atrás a la hora de seguir, reir, sufrir y hasta interiorizar todo lo que acarrea la concepción, consumación y posible frustración que el "buen amor" (léase amor que valga la pena vivir) provoca tanto en los amantes como en nosotros los empedernidos voyeurs.

Atonement narra a primera vista la difícil relación entre la acomodada joven Cecilia (Keira Knightley) y Robbie (James McAvoy), el hijo de la ama de llaves de la casa que de alguna manera ha sido acogido en el seno de la familia para la cual trabaja. las siempre presentes distancias sociales y prejuicios son las trabas para este amor juvenil en el que la pasión triunfa finalmente sobre la represión. Pero el film nos otorga otra perspectiva, una tercera persona que no llega a ser lo suficientemente presente (o adulta) para hacer de esta relacion un triángulo. Y es que esta tercera persona es la pequeña Briony (interpretada de niña por Saoirse Ronan). Esta es una niña prodigio, que a la edad de trece años ya ha escrito una obra de teatro y tiene una percepción de las cosas algo más madura que los demás niños de su edad. Pero como toda niña, tiene "debilidades", y esta es esa admiración-ilusión (crush en otras palabras) por el joven Robbie. A su corta edad, la pequeña Briony ya sabe lo que es la obsesión...y también lo que es la decepción. Y es que al ver a Cecilia y Robbie en una pelea llena de coqueteos al costado de esa pileta que "desnuda" el deseo que los envuelve, la niña se percata de la realidad, que sus sentimientos pesan igual que una pluma, y la no correspondencia de su amor es una realidad tan dura como el sonar de las teclas de su máquina de escribir. A ritmo de ellas, Briony corre, escapa, porque sabe que los sueños de niña raramente se cumplen. Es así que ella, en su faceta más dura, aprovecha la coyuntura y logra que el joven Robbie sea apresado bajo cargos de violación. De esta forma, la niña a distanciado a la pareja, y ese "logro" se convertirá en su culpa desde ese momento.

Es así que la película no solo nos narra las penas, los reencuentros y calvarios de la pareja a través d ela Segunda Guerra Mundial, sino que se enfoca en la posición de la ya crecida Briony (interpretada ahora por Romola Garai), quien años después sigue cargando la culpa de esa acusación falsa que lanzó cotra Robbie para así impedir el juvenil amor que tenñia con su hermana Cecilia. Los celos de una Briony niña se convirtieron en mentira, en delito, y ahora es culpa en la Briony adulta, ahroa es su cargo de conciencia, su pecado que marcará un tiempo de expiación sin fin. Y todo este peso moral se ve reflejado en el rostro de Briony, que a fin de cuentas, termina siendo la protagonista de esta historia. Y es que se nos muestra finalmente a una Briony entrada en años (Vanessa Redgrave), que en vísperas de su muerte publica lo que será su última novela, que lleva el título de la pélicula. Ella nos indica que se trata de una novela autobiográfica, en la que no ha cambiado ningún detalle, ni siquiera los nombres, pero cuyo final si fue modificado, con la intención de darles a los trágicos amantes lo que no se les dio (o les quitó la niña Briony) en la vida real: felicidad.

Debo decir que "Atonement" es de las pélículas más hermosas y sensibles que he visto últimamente. En gran parte a la habilidad de su director Joe Wright quien nos da una narracíón intrépida, que a pesar del tema o el contexto no se hace lenta, sino más bien atrapante y con ribetes de originalidad. Lo de los mismos momentos con diferentes perspectivas nos permite profundizar en el tema de esta película. Y es que el amor puede ser cosa de dos, pero todos los demñas tenemos perspectivas de este tema. Así, lo que pudo ser un lazo irrompible para Cecilia y Robbie, se convierte en una pesadilla marcada por la mentira debido a los sueños rotos y celos incontenibles de la niña Briony, quien al ser relegada por los amantes, usó las situaciones para convertir un amor de ensueño en una pesadilla con dimensiones bélicas. Wright nos muestra con pulso, estilo y personalidad las desventuras de Robbie en eld esarrollo de la guerra. Para destacar esa espléndida toma contínua que nos muestra a Robbie y sus compañeros viendo los resutlados del enfrentamiento y el posterior embarque en la playa de Dunkerque. En esa simple toma sin edición, se nos muestra la totalidad de la guerra, sus resutlados y consecuencias, que vand esde la total destrucción hasta la falta de esperanzas, pasando por el desgarramiento humano y la feliz locura aumentada por los litros de licor. Muy lejos de ello, el joven Robbie, con un beso cinematográficod e fondo, añora regresar con su amada Cecilia. La maestría de Wright está en mostrarnos una cara de "Atonement" en estas secuencias, que finalizan con la trsiteza del joven protagonista en la pequeña salita de cine. Es de resaltar entonces la sorpresiva y sobreslaiente performance de James McCavoy como en un principio encantador Robbie, para terminar como un soldado sin esperanzas, enfermo de amor. Mccavoy demuestra que no oslo tiene lo necesario para ser un galancito inglés más, sino que tiene la fuerza y el porte para darle vida a este héroe marcaod por el desamor y la tragedia. Es así que creo que hubo una gran omisión a la hora de no concederle alguna nominación a este prometedor actor. Claro que si de omisiones hablamos, la principal es la de Joe Wright como mejor director. Totalmente inexplicable.

Pero la que se roba la película por sobre los amantes protagonistas o la espectacularidad de la guerra, es Briony, uno de los personajes más desconcertantes e interesantes que he visto en el cine. A la ya descrita carga que tiene en su cabeza, esa culpa que la consume y no la deja respirar o sonreir, y que finalmente la lleva a elegir un trabajo (de enfermera en plena guerra) que la mantenga ocupada para así no pensar en toda la desdicha que causó. En gran parte, el dolor de este personaje y el interé que nos causa se lo debe a las actrices que la interpretan a lo largo del film. Con toda la experiencia de su magnífica carrera, la veterana Vanessa Redgrave nos da en 5 minutos de aparición una lección de como actuar como una vieja enferma terminal con dignidad y desprecio hacia lo que hizo al mismo tiempo. Esa expresión y la voz narrando el porqué del final de su libro son impagables. Muy bien también Romola Garai como la joven Briony, con esa mirada impenetrable y que, muy consiente de lo que hizo, parece que no estuviera en este mundo, y que en realidad pasaba todo el tiempo en su cabeza, tratandod e liberarse de la culpa de sus pecados. Finalemente, prefiere escapar a través de sus escritos en lugar de encarar la realidad del dolor causado en la pareja. Pero la joya de este film, la sorpresa total es la niña Saorse Ronan, y si bien es cierto que en el post anterior me quedé rendido a los pies de Tilda Swinton por su actuación en "Michael Clayton", creo que la niña Saorse es la grata revelación del año y la de mejor actuacón en su rubro (sin ver todavía a las grandes favoritas Cate Blanchet y Amy Ryan). La niña nos da una actuación poderosa, conmovedora, y en la que entendemos las decisiones de esta niña, que por más llenas de caprichos y hasta de mala intención estén, podemos entenderla y de alguan manera compadecerla. Que alegría cuando una infante de estas ligas aparece (no a lo Dakota Fanning, la niñita insufrible de la Guerra de los Mundos, sino a lo Abigail Breslin y su encantadora Little Miss Sunshine). Ese "Yo lo vi" de la pequeña Briony es lo que marca a "Atonement", una decisión que se conveirte en culpa, que se convierte en remordimiento y sacrificio (que hubiera sido un subtítulo más acorde que deseo y pecado...por dios).

Estamos ante una gran película, que si la Academia regresa a sus andanzas y ve su tema, la premiaría sin dudas. Gran diseño de producción, fotografías, vestuarios, y sobre todo una múscia perfecta (inolvidables y profundos acompañamientos con las teclas de la máquina de escribir) son las pequeñas gemas que junto a la notable dirección de Wright, las grandes actuaciones de McCavoy, Knightley, Garai y Redgrave, pero sobre todo de la niña Ronan, conforman una joya cinematográfica, sensibles como ninguan otra película de estos tiempos, que en lugar de rellenarnos con los ya cansinos efectos especiales o regresos de héroes ochentero que bordean los 60, nos devuelven lo que parecía perdido en el cine: fibra sensible, no fresa, sino de las raíces mismas de la vida, de la escencia de este motor que hace que nos movamos y vivamos, esta película que nos devuelve las ganas de obtener ( y porqué no perderlo para ganarlo de nuevo con más esplendor) eso que marcaba a Cecilia y Robbie: el amor.

Puntuación 19/20

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