American Hustle ("La gran estafa americana" en Latinoamérica) es la
última película del director de moda, David O. Russell. Narra el trabajo
de dos estafadores profesionales, Irving Rosenfeld (Christian Bale) y
Edith Greenslay (Amy Adams) y un agente del FBI (Bradley Cooper) para
exponer a través de sus artimañas una red de corrupción que involucra
políticos y mafiosos. La película ha sido una de las más comentadas en
la temporada de premios y está nominada a diez premios Oscar, incluyendo
mejor película y un destacado "top five" (mejor director, actor,
actriz, actor de reparto y actriz de reparto).
Por todo
el buzz y la misma trama que prometía, la película de O. Russell
apuntaba a convertirse en un clásico, justo heredero de las películas
setenteras (justamente en ésta época se desarrolla la historia).
Lamentablemente, la película no pudo tener un título más adecuado ya que
los espectadores nos sentimos estafados cuando acaban las casi dos
horas de metraje. Lo que en el trailer parecía una película con estilo
visual parecido al del gran Martin Scorsese se transforma finalmente en
un espectáculo desordenado de peluquines y accesorios que exudan años
setenta. Una cosa es ser como Scorsese (o al menos apuntar a serlo) y
otra cosa es hacer una copia barata del estilo del director
italo-americano. Y "American Hustle" se queda en eso, en la copia, en el
remedo, en el mal calco.
El principal defecto de esta
película es que intenta demasiado parecerse a Scorsese. Y lo que en un
trailer no satura por su duración de dos o tres minutos, en una película
de 130 minutos esto sí agota. Tomas largas, musicalización extrema,
edición dinámica, todos los recursos de una película de Scorsese pero
que son sobreexplotados, lo cual termina opacando a la misma película.
"Amercian Hustle" se queda en ser un florero bonito sin mucho contenido.
O con flores marchitas, que es lo mismo.
Tanto
peluquín, disfraz y pose Scorsesiana termina por desconcentrar, sin
permitirle al espectador enfocarse en lo que verdaderamente importa: la
trama del film. Y partiendo ya de una historia complicada, la sobre
estilización de "American Hustle" impide que logremos seguir la trama de
fondo o, lo que es peor, empatizar con los personajes. Esta es
responsabilidad es compartida entre un guión que a veces desordena el
desarrollo de la película y una dirección de David O. Russell que más
resta que suma. Si en su anterior película, Silver Linings Playbook, la
dirección de O. Russell supo mantenerse al borde del exceso y lograba
dotaba de dinámica a una historia simple (una película romántica al fin y
al cabo, crítica aquí:
http://theinsider24.blogspot.com/2013/01/rumbo-al-oscar-2013-silver-linings.html),
en "American Hustle" O. Russell está desatado y sus travellings o zooms
terminan por desordenar una historia que de por sí no ha sido bien
estructurada.
Tal vez lo que salva un poco el hype de
esta película son las actuaciones. Y la reina de la función se llama Amy
Adams. Las 5 veces nominada al Oscar se consolida como una de las
mejores y más polifacéticas actrices de su generación. Si ya nos había
mostrado su lado débil (La Duda), encantador (Encantada), fiero (The
Fighter) y dominante (The Master), en "American Hustle" saca a la luz
una nueva faceta: la Amy Adams magnética y sensual. Con una presencia
única que llena la pantalla, la Adams lo borda como una estafadora
profesional en la que no podemos confiar y que termina conquistando a
protagonistas y audiencia. Toda una femme fatal como de las películas en
blanco y negro. Y esa sexy insidia, en Amy, es una agradable sorpresa.
Su sola presencia y garra hacen que este film pase con nota aprobatoria.
Lamentablemente
no podemos decir lo mismo de los otros actores. Christian Bale, que
ante la baja de Edward Norton debe ser el mejor actor hoy por hoy, está
sobre actuadísimo, haciendo su mejor imitación de un Robert de Niro
histriónico (incluso copia algunos manierismos). La otra gran y triste
sobre actuación de la película es la de la actriz de moda, Jennifer
Lawrence. La joven actriz había brindado grandes actuaciones que le
valieron sendas nominaciones al Oscar, pero esta vez parece una parodio
gritando y llorando como una niña loca. Si en "Silver Linings Playbook"
bordó su papel y no nos hizo dudar de su rol como viuda depresiva, en
"American Hustle" no nos convence de ser la esposa bocona de un
estafador. Más parece una universitaria tonta y engreída. Bradley Cooper
se queda a medio camino, entre la sobre actuación y el encanto que este
actor tiene, corroborando que tiene una gran vis cómica. Sus mejores
momentos los tiene compartiendo escena con la sorpresa de la película,
el cómico Louis C.K. Jeremy Renner estuvo muy bien para un papel que no
exigía mucho de este talentoso actor.
Una pena que un
director de renombre (al menos por ahora, ya que la fama es pasajera,
más en Hollywood) y un elenco de actores que han demostrado nivel no
hayan podido desarrollar una película a la altura de las expectativas.
Muy lejos del ritmo y contenido de los clásicos setenteros, y muchísimo
más lejos del nivel promedio de Martin Scorsese, "American Hustle" tiene
todos los papeles para convertirse en la decepción del año.
Nota: 12/20
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