domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Qué podría ver?: entre "The Wire", "Breaking Bad", "The Shield" y "24"

Alguien muy especial en mi vida está por concluir LOST, la serie sobre un grupo de sobrevinientes que tratan de recomponer sus vidas en una isla misteriosa y que (con màs prisa que desarrollo) introdujo viajes en el tiempo, mercenarios y 2 hombres que no son ni Dios ni el diablo. En fin, ahora me ha preguntado qué ver, debido a que, si algo bueno tiene LOST en su conunto, es esa maravillosa habilidad de dejarte un buen sabor de boca y querer ver más y más. La adicción de LOST es difícil de superar. Por ello, ante tal encrucijada, he decidido en este post (por el cual espero retomar la senda de este blog) recomendar y dar los pro y cons de mis 4 series favoritas: The Wire, Breaking Bad, The Shield y 24 (sí, en ese orden).


The Wire

¿De qué va?

Estrenada en el año 2002 por la cadena HBO, The Wire toma como "excusa" una investigación policial a una banda de traficantes de drogas para realizar un examen profundo de la ciudad de Baltimore, en Maryland. Baltimore es una ciudad sumida en la más profunda crisis económica, de instituciones y de valores: no hay presupuesto para las escuelas, los niños admiran a los traficantes, el municipio está lleno de arribistas y corruptos y los jefes de la policía modifican las estadísticas a su anotjo para decirle a la muchas veces oportunista prensa que los asesinatos han bajado en la ciudad. Todos, absolutamente todos en The Wire son "grises"; nadie es ni bueno ni malo. En esta serie vemos como policías, traficantes, políticos, periodistas, profesores y drogadictos comparten un lema en común: para sobrevivir en uan ciudad desgraciada, hay que ser un desgraciado. Como dice Jimmy Mcnulty, el "protagonista" de uan serie cuyo real protagonista es la ciudad de Baltimore: "Si juegas en la suciedad, te ensucias" (Temporada 4, capítulo 11).


¿Por qué verla?
Porque "The Wire" es más que una serie. No sólo contiene un relato policial apasionante, sino que "decora" dicha historia clásica entre buenos y malos y le da otra vuelta de tuerca. Para ser más preciso, revitaliza la vieja tradición del cine negro y la trae al Baltimore de los 2000s. No hay mayor descripción de la pobreza de alma humana que en esta serie. Esta es una de esas series que te cogen el corazón y te lo exprimen, sin piedad. No hay finales de "cliffhanger" o de sorpresa, peor sí hay de esos descorazonados, sin esperanza, con la dureza y frialdad de una calle sucia y abandonada. Cuando ves "The Wire" es como si te colocarán al centro de un círculo, protegido por un cristal (la distancia de la TV) y alrededor tuyo pasaran imágenes de la miseria humana. Y esa sensación de desagarro nadie te la quita. No hay serie más real que "The Wire", y no hya relato más apasionante que este. Cada temporada va sobre una temática esencial y en decadencia de la sociedad (sus 5 temporadas desarrollan los temas de las drogas, los sindicatos del puerto, la burocracia municipal, la educación y la prensa respectivamente), aunque no se queda en ello, sino que da un desarrollo transversal a cada arista, para cerrar el círculo perfecto al final de la serie. Un adicional importante de "The Wire" es que debe ser la serie de la cual brotan los personajes más maravillosos de los últimos tiempos. Tan amenazadores como entrañables pueden ser un drogadicto en decadencia, un policía borracho, un político que se cree mejor que los demás o unos estudiantes que intentan crecer y madurar sin necesariamente prestar atención a las clases. Y justamente esa temporada sobre la educación pública, personalmente, es la mejor temporada que cualquier serie haya emitido hasta la fecha.

¿Por qué no verla?
Alguien dijo una vez que "The Wire" era más una novela que una serie. Y por ello la densidad de las historias que cuenta. Uno tiene que estar muy atento a lo que cuenta la serie, ya que como dice el detective Leaster Freamon "Todas las piezas importan". Incluso, The Wire es una serie rara ya que no pone toda la carne en el asador como otras que hacen pilotos extraordinarios para luego desinflarse poco a poco. Los primeros capítulos de "The Wire" tienen un ritmo lentísimo, y poco a poco va aumentando en intensidad. "The Wire" no tiene climax (salvo que sea su penúltimo capítulo") ya que el último capítulo de cada temporada pone las cosas en su lugar y nos prepara para la siguiente. Esta serie es, no vemos a mentir, difícil de ver. Pero podemos decir que el viaje vale la pena.




Breaking Bad

¿De qué va?

Walter White es un cincuentón profesor de química, de clase media y con un ritmo de vida aburridísimo, de rutina, con una espoa embarazada y un hijo adolescente con problemas psico-motrices. Walter White no sabe hacer nada en la vida, salvo todo lo relacionado con la química. Y cuando le diagnostican cáncer de pulmón terminal, él decide tomar al toro por las astas por priemra vez en su vida y darle un vuelvo radical a su vida: utilizar sus conocimientos de química para "cocinar" drogas y dejarle una buena fortuna a su familia. Pero Walter no muere, vive, y con él crece la ambición y el deseo motividado por eso tan peligroso como atractivo: el poder. Walter White nunca volvería a ser el mismo.


¿Por qué verla?
"Breaking Bad" (BB) es la única de las recomendadas que sigue viva (el próximo año se estrena su quinta y última temporada) y debe ser de lo mejor en la parrilla americana actual. BB es una serie dura, atrevida, seca y cruda. BB combina de una manera exquisita el drama con la comedia. No por nada sus personajes (drogadictos inmaduros, abogados parlanchines, sicarios frsutrados) pueden ser protagonistas en cualquier otra comedia. la serie cuenta las desventuras de Walter y su ex-alumno y adicto Jesee Pinkman por tratar de isnertarse en el negocio y sobrevivir. Y además nos presenta un hombre por tratar de ocultar su doble vida, siguiendo el índica de "doble moral" que tienen los personajes actuales de la televisión gringa. Si "The Wire" relataba cómo las drogas destrozaban instituciones públicas, corrompían a los policías o recortaban los presupuestos del Estado, pues BB tiene la osadía de darnos la estocada final: la destrucción de la familia (¿la institución más importante de todas?) de la mano de la droga. Como lo remarca el título de "break bad", la ambición de poder nos lleva a romper los límites insopechados hasta tocar fondo. Finalmente decir que en "Breaking Bad" encontramos a los dos mejores actores y el mejor dúo dramático de la tele actual: Bryan Cranston (Walter) y Aaron Paul (Jesee) son los dos mejores actores hoy po hoy y punto. Sus actuaciones, y sus personajes, son brillantes, enormes, y se agotan los adjetivos para describirlos. Sus mejores temporadas, empate creo yo, son la tercera y la cuarta.

¿Por qué no verla?
Al igual que "The Wire", BB es una serie lenta. Además no tiene, o mejor dicho sí lo tiene pero en cantidades menores, ese hilo conductor tan atractivo de "policías persiguen a los ladrones". En BB hay polis y traficantes, pero la atención se la lleva Walter White y su doble vida, la cual es tan o más atractiva que ver la cacería de buenos contra malos. Peor va in crescendo y sí presenta cliffhangers de rato en rato. Eso sí, advertidos están de que puede ser una serie por la cualsí sientas repulsión por su protagonista: el viaje de "break bad" es del protagonista y de todos nosotros, que terminamos odiando a Walter. Eso de odiar al prota puede ser problema para algunos; para mí no, porque esa es la más grande virtud de los escritores de BB: cómo hacer para convertir a tu pusilánime protagonista en un villanazo e igual hacer que la gente te vea semana a semana.




The Shield

¿De qué va?

Un policía corrupto, malvado, despiadado y, vamos a decirlo, total hijo de su madre, comanda un equipo especializado de polis para combatir a los naroctraficantes y dealers de los bajos fondos de la ciudad de Los Ángeles. Y para ello, no duda en utilizar las tácticas y ténicas más polémicas, discutibles, amorales e incluso ilegales. Estamos hablando de un poli que roba dorga y la vende para tener fondos y que mata a compañeros sin dudarlo. Es un real hijo de su madre.


¿Por qué verla?

Porque si hablamos en términos netamente televisivos, The Shield me parece la serie más completa. Tiene parte del realismo crudo de "The Wire", pero también tiene el cinismo de BB y el ritmo de los mejores policiales. "The Shield" se vende y es un policial duro y puro. Toca temas como políticas o pobreza urbana de manera transversal, pero no deja de ser eso: un policial. Y es que esta serie tiene la genialidad de mezclar en dosis iguales la ficción del policial con la dureza del documental realista (no por ello, "The Shield" está grabada en una cámara tipo documental). Y es ese equilibrio que la lleva a encumbrarse como una serie de culto. Para aquellos que dicen que "The Wire" es ya mucha realidad, y que los policiales gringos es mucha ficción, "The Shield" debe ser la serie perfecta. Y lo es. Además, es esta la serie en la que encuentro mi personaje de ficción favorito´: Vic Mackey. Sí, ese poli hijo de su madre descrito líneas arribas es el ser más complejo y fascinante del mundo de las series. Si suena a que lo odiarás, es verdad, lo destestarás. Peor también entenderás sus motivos y raoznes. Y eso, la simpatía por el personaje, es lo más preciado que una serie puede lograr.Como dato adicional, considero que "The Shield" da una clase maestra de cómo cerrar una serie (agarra esa flor, "LOST") ya que su capítulo final, sus minutos finales lo dejan a uno con el corazón en la mano. Su mejor temporada es, por toda la rabia que contiene, la quinta.

¿Por qué no verla?

Es una serie durísima y, tal vez, la serie más para "machos" (aunque tenga el concepto que no existen series para hombres o para mujeres). El hecho que sus protagonistas sean un grupo de 4 polis que paran todo el día juntos, haciendo y hablando cosas de hombres puede sonar chocante, pero no lo es. Es la naturaleza humana y el ojo clínico de los guionistas para demostrarnos como un grupo de amigos puede devenir en lo más sangrientos vengadores...el uno contra el otro. Tal vez a algunos les parezca algo "procedimental" la serie (hay un caso por capítulo generalmente"), pero esperen a que tome cuerpo (desde el final de la segunda temporada) y verán como esta serie es como un carrusel: si te lleva con velocidad hasta la cima, espera el vértigo de la cuesta abajo. Se prometen vómitos, sangre y mucho, mucho dolor.

24

¿De qué va?

Es una serie "en tiempo real". Con 24 capítulos por temporada, cada capítulo significa una hora en la vida del agente Jack Bauer de la Central Contra Terrorismo de Los Ángeles. Es una serie "hija" del 9/11 y cuenta las peripecias de un agente del gobierno por impedir que la amenaza terrorista se expanda por los Estados Unidos, al mismo tiempo que trata de lidiar con sus fantasmas personales.


¿Por qué verla?

Porque 24 es una serie adictiva, llena de cliffhangers que te hacen ver toda una temporada en menos de 24 horas (valga el chiste). Porque es una serie clásica del bueno contra el malo...y contra todos aquellos buenos que no eran así y terminan siendo villanazos. Uno se compromete con el personaje, con un Jack Bauer genialmente interpretado como ese "Personal Jesus" que para mí es Kiefer Suitherland. Y si bien solo lo conocer por 8 días (8 temporadas duró 24), lo conoces, lo entiendes y luchas junto a él y su soledad. Cada aventura es más trepidante que la otra y para ello los guionistas saben utilizar el apremiante concepto del tiempo real. Porque a las 5 Bauer está entrando a un edificio lleno de latas de gases venenosos, a las 6 está persiguiendo al "topo" de su unidad, a las 7 es capturado por los terroristas, a las 8 es atrapado bajo el fuego cruzado de los militares y así sucesivamente hasta que, sind arte cuenta, un día más en la vida de Jack Bauer terminaba. Como dato adicional, 24 es además una serie importante para analizar la idiosincracia america y su cambio luego del 9/11. Su temporada más exquisita es, por razones que no develaré por spoilers, la quinta temporada.


¿Por qué no verla?
Porque la fórmula del "tiempo real" puede ser cansina para muchos y hasta ficticia para otros. Porque es una ficción a la cual hay que compormeterse (ey, el prota no duerme ni va al baño en todo el día). Porque además puede ser un tanto esquemática si creemos que los villanazos siempre son los árabes, los rusos, los yugoslavos (cuando existía ese país) o los mejicanos, aunque hay por ahí un giro interesante (el mejor de todos diría yo) con el malo malazo de la quinta (por algo es la mejor de todas las temporadas). Incluso está la perenne crítica que 24 es una de las series más intermitentes que hay y su calidad bajaba. Pero vamos ¿qué serie no ha tenido temporada mala? Y si te comprometes con el viaje de Jack bauer, te darás cuenta que es de ahí que parte el prototipo de héroe en la ficción moderna: tipo duro, áspero, cortante que solo puede cotnra el mundo. Porque Jack Bauer fue y es el héroe de todos nosotros (se me salió el fanboy). A pesar de ello, es un personaje difícil despierta mucha polémica, siendo además una representación de la política norteamericana de la "guerra cotnra el terror" de la tristemente célebre administración Bush. Siempre creeremos que Jack Bauer no era republicano.


O podemos dejar de ver dramas y ver comedias. Para la próxima entrada, "¿Porqué no ver algo que me haga reir?" Arrested Development, How I Met Your Mother, The Office (US) y Parks and Recreation analizadas.


PD: Sí, ya sé que los hinchas de "Los Sopranos", "Six Feet Under" e incluso "Mad Men" me están matando en sus mentes. Prometo este verano hacer las paces con ellos, retomarlas y terminarlas.

domingo, 13 de febrero de 2011

True Grit: de acero inoxidable

True Grit (Temple de Acero o Valor de Ley) es el "remake" de la película de los sesentas que le significó al mítico John Wayne su único Oscar. Es una de vaqueros. La película cuenta la lucha estratosférica de Mattie Ross, muchacha de 14 años, que buscará vengar el asesinato de su padre de manos del forajido Cheney. Para ello contará con la ayuda de dos personajes un tanto estrambóticos: un alcoholizado Marshall Reuben "el Gallo" Cogburn y el Ranger (casi un boy scout) LaBeouf. Juntos iniciarán la cacería contra el asesino.

Y como todo western, detrás de una historia con motivaciones básicas (en este caso, la venganza) se esconde todo un desarrollo del código de moral estadounidense (por algo, los vaqueros fueron el género característico del país gringo), con personajes implacables, algunos cobardes, otros honorables, pero todos con ese impulso férreo por cometer sus objetivos. Con los arquetipos claros (el vaquero arruinado pero que se redime, el malo que no se arrepiente o el jefe mafioso con algo de honor), la película destaca porque el peso de la misma, siendo su razón y corazón, descansa en una niña de 14 años, interpretada por una mujer de 14 años: Haileen Steinfield, como Mattie Ross, es la columna de este film.
Podrá estar nominada en los Oscars como Mejor Actriz de Reparto, pero Steinfield se carga la película, como personaje y como actriz. Muy bien escrita, pero mejor interpretada, da la dosis perfecta de fuerza, entereza y desenfado que tiene esta chiquita que decide venga a us padre y nos llega a convencer que la venganza, a veces, guarda una gran dosis de honor. Ella es la verdadera portadora del "Temple de acero", del "True Grit". Ella emprende la búsqueda y ella lo consigue. Y Steinfield marca una interpretación inolvidable.

Los demás actores cumplen (Brolin como malo malvado y Damon como buenazo correcto como siempre lo hacen, respectivamente) y nota aparte para Barry Pepper (cuya interpretación de 5 minutos como Ned Pepper impresiona) y, sobre todo, para Jeff Bridges. Ahora bien, reconociendo que es un pecado no haber visto "El Gran Lebowsky", se indica que el Cogburn de Bridges va más por el camino del "Dude" del mencionado film de los Coen, desapegándose de cualquier comparación con Wayne. Pero sin importar ello, damos gracias de que todavía hayan actores naturales, relajados y que lleven con tanta soltura el desarrollo de un personaje en sus películas (agarra esa flor, Sean Penn). Puede ser un vaquero acabado, un mendigo, un cantante de country o el mismo Presidente de los Estados Unidos, pero Bridges siempre da la nota para dar una interpretación notable sin, aparentemente, tomarse en serio las cosas. Y vale decir que ver a Bridges enfrentarse a 4 jinetes a la vez es una secuencia impresionante y que lo eleva a los altares cinematográficos.

Pero True Grit tiene otras escenas inolvidables, como la negociación de Mattie con el viejo comerciante, el juicio a Cogburn, la aparición del hombre colgado, la emboscada de noche en la vieja cabaña (de un suspenso increíble) o, en el post clima del film, la desesperada carrera de Cogburn por salvar a Mattie del veneno mortal. Tanta belleza y desesperación nunca es fácil de mezclar. Esto es mérito de unos tipos que pueden despertar debates (personalmente, "Fargo" y "El hombre que no estuvo ahí" me parecen superiores a su oscarizada "Sin lugar par los débiles"), pero que destilan cinematografía en cada plano. Nolan, Aronosky y Paul Thomas Anderson pueden ascender como las nuevas estrellas del ámbito de la dirección, pero si se trata de oficio y de saber cómo contar una historia y darnos esas dosis precisas de humor, suspenso y drama, ahí están esos hermanos tan hermosamente meticulosos como maléficos como lo son los Coen. Y a ellos les debemos que todavía se respire cine en las salas.

Puntaje: 18/20