sábado, 17 de octubre de 2009
Inglourious Basterds: Tarantino en la gloria
sábado, 26 de septiembre de 2009
Tarata: una explosión en la frialdad de Lima
viernes, 14 de agosto de 2009
Public Enemies: lo que pudo ser y no fue
jueves, 16 de julio de 2009
Arrested Development: locura y risas tras las rejas.
viernes, 1 de mayo de 2009
Oasis en Lima
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jueves, 12 de marzo de 2009
Frost/Nixon: la eternidad del fracaso y del éxito
Basado en las famosas entrevistas que dio Richard Nixon (ya como expresidente) al host de talk shows británico David Frost, la película (siempre recalcando basada en la obra de Morgan) narra los periplos por el que el carismático y hasta autosuficiente "performer" (así lo conocían por ese entonces) pasa para arreglar una entrevista con el hombre más vilipendiado de esos tiempos: el expresidente Nixon. Es así que Frost ve en Nixon, en primer lugar, una fruta seca y vieja, pero a la cual todavía le queda algo para sacar, a la que todavía no se le ha exprimido todo el jugo que conforma sus acciones ilegales sobre Watergate y su vida post exilio. Pero conforme avanzan los fallidos intentos de Frost, este va tornando su deseo en ambición, en un reto. Esta es la palabra que puede enmarcar la película: reto, confrontación, desafío (como se subtitula el film en Latinoamerica). Para Frost, la meta es llegar donde el "distante e intimidante" Richard Nixon, mientras que para este el reto está en nunca desmoronarse (al menos frente a cámaras) y seguir aparentando, sin derramar alguna gota de lamento o culpa, que todo lo que hizo fue por el "bien del país" y que fueron meros errores de juzgamiento y no con intención, delitos para ser más específicos. Cualquier parecido con la bellaca hipocresía de ciertos políticos procesados es pura coincidencia.
Pues lo que nos dan Morgan y Howard en casi 2 horas de metraje es un duelo a capa y espada entre dos caballeros que eventualmente dejan de lado toda caballerosidad y sacan las garras para obtener lo que quieren. Y la virtud del director está en darnos esta historia que pudo caer fácilmente en el cliché, pero que navega bien durante los pasajes ante y tras cámara. Toda la preparación para el "día D" es genial, mostrándonos a los investigadores sus esfuerzos para presentarse en el set, encarar a Nixon, y destrozar pieza a pieza ese castillo de naipes (al parecer intocable para las grandes cadenas) que era la culpabilidad de Nixon. Y lo que pasa ante cámara son momentos de tensión pura llevados a gran ritmo por Howard, pero sostenidos por esas dos monumentales actuaciones que nos dan Sheen y Langhella. Uno por uno. Michael Sheen está formidable como Frost, dándonos su lado díscolo y frívolo por momentos, pero llenando a este hombre apasionado con la dosis necesaria de ambición y tensión que generaría eventualmente todo este choque con el expresidente americano. Mientras tanto, Frank Langhella se apodera totalmente del papel de Nixon. Es duro, siniestro y potente, pero a la vez blando, curioso, frágil y vulnerable. Es increíble lo que hace una genial actuación, darnos todos esos toques, esos matices que sólo un gran actor puede lograr. Y eso lo hace Langhella, que alcanza picos de grandeza en las escenas de la entrevista en sí donde explica su vida presidencial, ya sea en las tontas cosas mundanas o, especialmente, cuando desesperadamente trata de justificar sus actos, hasta que cae en ese hoyo de la derrota (y victoria, aunque pírrica, de Frost) que es haber aceptado ante cámaras sus errores y, sobre todo, el haber decepcionado a la gente y el sistema de gobierno americano. El rostro y la expresión de Langhella son impagables. Bien por la Academia al haber nominado a Langhella, pero se quedaron al no tomar en cuenta a Sheen, cuya actuación está a kilómetros de la de Pitt en "Benjamin Button" (Bueno, lo mismo dijimos con las acutaciones de DiCaprio o Dev Patel).
Finalmente, "Frost/Nixon" es uan película que nos deja mucho en qué pensar, y eso siempre, siempre, hace grande a una experiencia cinematográfica. Tan sólo recordemos la escena en la que Frost es confrontado por Reston (genial Sam Rockwell) y el resto del equipo, en el que lo acusan de ser "demasiado blando" y de "estar haciendo de Nixon una figura presidenciable". Gruesas palabras, que llegan a nuestras mentes y necesariamente hacen que nos pregutnemos si los líderes políticos, vivos o muertos (como Nixon) no le deben, y mucho, a la siempre trascendental prensa, que lapida en unos casos (como en este de las entrevistas a Nixon), pero que glorifica y hasta victimiza en otros. Al menos aquí, la prensa y Frost fueron sabios para darle su condena final a Nixon. Lo bueno de la película es que en ningún momento lo juzga, y lo deja en el limbo entre criminal y figura shakespereana. Eso hace grande a "Frost/Nixon", el hacer que seámos nosotros mismos quienes le demos su sentencia al hombre marcado por Watergate.
Nota: 18/20
PD: viendo la foto de la obra de teatro, lo que daría por haber presenciado este choque de titanes en vivo y en directo.
sábado, 7 de marzo de 2009
Kubrick: el hombre mecánico
Hace 10 años se fue el gran Stanley Kubrick
Hace 10 años no me gustaba el cine
Hace 10 años no veía cine
Hace 10 años justo salía al mercado Ojos Bien Cerrados, su "última película", temrminada poco antes de morir luego de un interminable rodaje que se extendió por más de 3 años.
Hace 10 años tuvo que morir el hombre para que no nazca, sino se consolide la leyenda.
Hace 10 años murió el genio que me hizo cambiar de parecer, que me entregó lo más hermoso de este mundo, que nos ha hecho reir, preocuparnos, molestarnos, frustrarnos, asustarnos y finalmente siempre, siempre reflexionar sobre la vida.
Hace 10 años murió el loco, el traumado, el psicótico empedernido, el egocéntrico ambicioso y perfeccionista.
Hace 10 años murió el hombre que dejaba loco a sus actores (incluso al mismísimo Nicholson) y que cargaba su set con más tensión que las reuniones de Alex y sus drogos, dejando a todos boquiabiertos como cada una de las intervenciones del Presidente Sellers.
Hace 10 años, hace 10 años nos dejó uno de los más grandes testamentos de la historia de la humanidad: Dr. Strangelove, The Shining, La Naranja Mecánica, Espartaco, Ojos bien cerrados, Full Metal Jacket, Barry Lyndon, 2001...2001¡¡¡
Desde el más psicodélico rincón del prometedor espacio hasta las tierras más honorables de la vieja Roma, desde las calles más violentas infestadas de leche y drogas hasta los "salones de guerra donde está prohibido pelear", desde los asfixiantes y gigantescos salones de un fantasmal hotel-laberinto hasta su propia cabeza, tan llena de aspiraciones y exactitud, nunca un ser humano nos pudo llevar tan lejos, a un lugar donde locura y perfección nos dan la imagen exacta de lo que la humanidad es...y en lo que podrá convertirse. Al fin y al cabo, el genio era humano como nosotros.
Gracias Stanley, viejo loco y sabio, espero que hayas dejado de lado la frustración eterna de no obtener la toma perfecta
miércoles, 4 de marzo de 2009
Depp VS Bale
martes, 3 de marzo de 2009
Slumdog Millionaire: El "Underdog" que nos hace felices a todos =)
sábado, 14 de febrero de 2009
¿Sólo un Sueño?
domingo, 8 de febrero de 2009
Benjamin Button y el curioso caso de los "sentimientos encontrados" en el cine
La virtud de Fincher es contarnos la historia de toda la vida de Benjamin en el film sin que ésta nos parezca aburrida. Lenta en algunos momentos, tal vez, predecible en otros, pero tendríamos que preguntarnos que película romántica (porque BB es un drama romántico en escencia) no lo es. En casi 3 horas no perdemos interés en la historia de Benjamin porque Fincher sabe cuando quebrar la historia y ofrecernos pasajes llenos de calidez, interés y que nos invitan a más de una reflexión. Recordamos tres: el encuentro nocturno de el viejo Benjamin y la niña Daisy, el affair entre el protagonista y la nadadora (Cautivadora como siempre Tilda Swinton) y ese trágico y doloroso calvario que tiene que atravesar la vieja Daisy (Cate Blanchet) al tener que cuidar al niño-bebé Benjamin. Fincher nos puede dar una película buena, mala, o irregular, pero la virtud de contar historias siempre destaca, lo que nos reafirma la confianza con la nueva genereación de history-tellers (teniendo a Chris Nolan como el otro máximo expositor de este rubro). A lo largo de su vida, teniendo el momento que llegue a ser un bebito como límite, Benjamin es un ser callado, introspectivo y observador de cómo el mundo gira más rápido así como avanzan los años. BB puede ser de todo a lo largo que avanza el film, desde aventuras hasta drama, pasando por un romance abnegado o una tragedia marcada por el pasar (pesar) de los años, la película de Fincher se transforma en una ventana a la vida y muerte de una figura cautivante.
El problema de BB es que cuando parece que nos dará más, que nos meterá más al drama de Benjamin que se acerca a la juventud primera, que nos dará un masazo durísimo cuando vemos que Daisy va aceptando que Benajmin nunca podrá conformar una familia normal, ahí BB se queda distante, lejana, fría, sin ofrecer mayor profundidad o descripción de las situaciones y sus efectos en los personajes. Las cosas se quedan en primera instancia, sin la rudeza o crueldad que requerían las consecuencias de una vida tan marcada como la de Benjamin. La historia carece de esa fuerza que nos haga decir que bien, que mal, o que horrible que fue lo que acabamos de ver en la pantalla. Las aventuras del buen Ben pasan, nos sorprenden, pero nos dejan indiferentes o muy silenciosos cuando se pudo ver, y sobre todo transmitir más. Debe ser por eso que BB es una película con 13 nominaciones al Oscar (categorías merecidísimas como las de mejor fotografía, maquillaje o dirección de arte), pero que no goza del todo con respecto a la aprobación de crítica e incluso del mismo público (al menos Forrest Gump si era querida por todos, hasta por los que se rasgan las vestiduras al ver su victoria en los Oscares). BB es como un vacío decorado, hermoso, brillante y con trazos interesantes, algo que hace que caigamos en él y nos asombremos, que su eterna caída no se haga pesada...pero que al fin y al cabo nos demuestra que es un vacío en sí, y que eventualmente caemos y caemos. BB puede ser una obra de arte, pero a su vez puede dejar indiferentes a muchos. Eso sí, Fincher tiene talento, y lo demuestra atreviéndose a contar nuevamente (ya lo hizo con Zodiac) una historia de casi 3 horas de duración y saliendo bien parado. Pero al igual que su anterior entrega, su cine se convierte por momentos en una estilización de historias que sobresale por su impacto visual, por su buen trazo del cuento que intentan ofrecernos, pero que se queda a medio camino a la hora de llegar a lo más profundo del cinemero. Pues debe ser lo que pasa con Brad Pitt, lapidado por muchos al considerar que está en el quinteto del Oscar quitándole espacio a Benicio del Toro (Che) o Dev Patel (Slumdog Millionare), pero que es en realidad un buen actor, que dentro de sus capacidades nos ofrece un papel extraño para una estrella como él, pero que con esfuerzo y dedicación lo saca adelante transmitiéndonos esa imagen de un ser curioso ante un mundo aun más extraño que se desarrolla y envejece con el pasar de los años.
Nota: 16/20