domingo, 14 de marzo de 2010

The Hurt Locker: entrando sin miedo

The Hurt Locker fue la gran ganadora de la pasada edición de los premios Oscars. Oscar a Mejor Película, pero además a Mejor Director, o directora en este caso para Katherine Bigelow. Derrotando a la favorita Avatar, The Hurt Locker (o Zona de Miedo como se la conoce por estos lares) cuenta la historia de un escuadrón antibombas de 3 hombres que desafían a diario a la muerte para cumplir con las distintas misiones que les encomiendan y que van desde hombres-bombas hasta emboscadas en pleno desierto. Bueno, todo es un gran desierto, árido y desesperanzador para nuestros 3 protagonistas. El líder de este equipo es el Sargento William James (Jeremy Renner) quien luchará no sólo con los contratiempos generados por enemigos y amigos, sino que deberá analizar nuevamente su posición ante la guerra, vista a priori como desinteresada y hasta masoquista, pero muy compleja cuando se le analiza en el fondo. Sin duda el personaje de Renner es uno de los puntuales de la cinta.

El film de Bigelow está narrado mediante secuencias, una tras otra, pero no por ello se vuelve aburrido o artificial el relato que vemos en pantalla, sino que la tensión va en aumento al igual que observamos como nuestro trío protagonista estableciendo los lazos que los unen ahora al ser parte de un mismo equipo de la muerte. Cada episodio trae algo nuevo, lo que le quita esa impresión superficial de ser "la escena del suicida" o "la escena del colegio", sino que al final tomamos estos capítulos y lo podemos poner en un "todo" que tiene sentido y está absolutamente justificable. Al final de la cinta vemos a personajes que tal vez se mantienen en el lugar que comenzaron, mas no porque haya sido estático su tratamiento, sino porque el camino que siguen es tortuoso y no les deja otra salida que la resignación de por vida. Si algo extraemos de la cinta de Bigelow es que la veteranía de guerra es, al igual que una bomba, una amenaza latente y que en cualquier momento puede estallar. Y que como los explosivos, no deja el lugar donde se cultiva como lo encontró.


La desintegración de los soldados hace que The Hurt Locker sea una de esas películas que van más allá de lo que nos muestran. Y es que hay escenas de acción buenísimas (Michael Mann le puede dar tranquilo cualquier proyecto a Bigelow), pero a su vez la cinta se da espacio para narrarnos la pesadilla humana por la que pasan los soldados, como en las magníficas escenas en la que nuestro escuadrón se emborracha y terminan pegándose como jugando, o aquella en la que el Sargento James se enfrenta al supuesto cadáver-bomba de un niño que conoció en el campamento de guerra. Esas escenas tocan hondo y son gracias al nervio que es impartido por la directora, con igual proporción a las escenas de acción puras. El Oscar a Bigelow fue, sin dudas, merecidísimo. La valentía de esta mujer es equiparable con su talento para transmitirnos honestidad y nervio puro en pantalla. Si hya películas que tienen eso que llamamos garra, esta es una de esas cintas que dejan todo en la cancha.

Y ahora toca hablar de Jeremy Renner y su espléndida interpretación como el Sargento William James, este que es uno de los mejores personajes cinematográficos de esta temporada. Es descuidado, parece que su vida no le importa nada, es en el fondo un atrevido que no da ni dos centavos por los convencionalismos o las buenas posturas, así sean para proteger su propia vida. Pero esto no lo hace un sádico, sino que lo vuelve un hombre que conoce el riesgo, ha vivido con ello por mucho tiempo, y que está dispuesto a seguir allí, en el hueco, ayudando. Y no porque sea un altruista, sino porque no puede hacer otra cosa; o mejor dicho, no se haciendo otra cosa. Por ello es que la escenas del Sargento James en casa son desgarradoras, al comprobar que este individuo no es un soldado, sino es la pura representación de la guerra. James vuelve porque la guerra lo necesita, y él necesita de la guerra. El viaje de este personaje está tan bien delineado por los guionistas y la directora que nos comprometemos con él a pesar de aparentar ser solo un suicida rebeldón que abundan por ahí. Pero este soldado transpira integridad, coraje y mucho desenfado, siendo todo este coctel de emociones producto del fenomenal trabajo de esta sorpresa que es Jeremy Renner. Casi sin ningún título de importancia a cuestas, Renner se metió de lleno a la piel del protagonista y nos brinda un personaje desengañado con el sistema pero también consigo mismo, que ha perdido la fe y no puede recuperarla, por más que lo intente. Renner nos brinda una actuación de gestos, de rostro duro, pero también de complejidad psicológica sin caer en la exageración, con un naturalismo que nos hace cogernos el corazón ante la dureza de su experiencia y la desgarradora conclusión a la que arriva mientras carga a su bebé.


The Hurt Locker nos otorga buenas dosis de acción, una técnica exquisita tanto en la dirección como en otros apartados artísticos y sólidas actuaciones (Renner está sensacional, pero Anthony Mackie no se queda atrás) que hacen esta película muy apetecible al ojo comercial, pero que en el fondo de su armazón esconde y deslumbra con un análisis seco de la humanidad en su faceta más desgraciada: el entumecimiento emocional en épocas de guerra. Como el personaje de Renner, hay veces en las que uno sólo actúa, sin importar ya pensar o vivir. Ese drama es lo que tan bien nos transmite este film. Un justo ganador.

Nota: 18/20

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