jueves, 26 de enero de 2012

Rumbo al Oscar 2012: Moneyball

Siguiendo los "review" de las cintas nominadas al Oscar a mejor película este 2012, hoy nos toca revisar Moneyball, película que puede ser catalogada como una "Sports Movie", centrándose en los entretelones del Baseball, deporte americano por excelencia. Afortunadamente, para los que no sabemos nada de dicho deporte, la historia nos lleva más allá.


Moneyball se basa en un libro homónimo de principios de siglo que cuenta la verdadera historia de Billy Beane (Brad Pitt), el General Manager de los Oakland Athletics, un equipo de "media tabla" de la liga mayor de Baseball que revoluciona los fundamentos de este deportes aplicando una estrategia de selección de jugadores basándose en estadísticas y cálculos matenáticos hechos por computadora, dejando de lado la vieja tradición de los "scouts" o reclutadores que viajan por todo el país seleccionando muchachos tomando en cuenta solo su intuición o apreciación personal. Este sostificado sistema es presentado por Peter Brand (Jonah Hill), el cual conformará un tandem junto con Beane que irá contra la corriente para demostrar que su teoría efectivamente funcionará. Para los amantes de las historias que cuentan con personajes que van contra la corriente en pos del triunfo y de paso madurar, esta es su película. Sí, como en The Help, otra "Feel Good Movie".





Afortunadamente, Moneyball deja de lado algunos tecnicismo del Baseball y nos introduce de lleno en la lucha de Beane y Brand por mantener sus novedoso sistema y bancarlo hasta que el equipo logre su cometido: dejar de perder y conseguir una racha que remonte su mal inicio de temporada para poder ganar el toneo. Esa es la obsesión de Beane. Y Pitt tiene una actuación de esas que llenan la pantalla y conquista al espectador. Es cierto, para una etsrella como Brad Pitt no debe ser muy difícil atrapar al cinemero por 2 horas de metraje, e incluso no deja de impregnarle al personaje ese lado cool tan propia del actor; pero a su vez sabe agregarle esa carga y tensión que tiene un hombre que va contra todo el mundo por mantener un experimento que se cae a pedazos y a la vez transmitir la confianza, ya sea a su hija o al entrenador del equipo, que su planteamiento le traerá réditos a los "Athletics". Si bien es una caracterización llena de manierismos de esa que les encanta a los miembros de la Academia (y que por ello terminan nominándolo a Mejor Actor), es importante que una estrella como Brad Pitt se "ensucie" los zapatos y busque proyectos que resalten más sus dotes como actor que como ícono (a diferencia de, digamos, Tom Cruise), pero que a su vez sean proyectos pequeños o arriesgados en los cuales se vea el intento de un actor de efectivamente actuar y no buscar desesperadamente un premio (a diferencia de, digamos, Leonardo DiCaprio). Por ello es que sin ser un excelente actor, Brad Pitt se gana a pulso el respeto de los cinemeros.


La sorpresa de este film resulta Jonah Hill, el cual se había desempeñado generalmente en comedias, pero que aquí juega el rol del introvertido asistente Peter Brand de manera contenida y sutil. Nos parece importante que un actor amplíe su registro de caracterizaciones, y aquí Hill lo hace con creces. Sería cuestión de revisar las otras performances importantes del año en la categoría de Mejor Actor Secundario para comporbar si la nominación al Oscar de Hill es un justo premio o demasiado premio.


Aunque puede pecar de ser un poco larga, la película no se hace nunca aburrida por el oficio de Bennet Miller en la silla de director y por el buen guión de dos consagrados como Steve Zaillian y Aaron Sorkin. Porque si bien la historia del "underdog" que lucha por sus sueños se ha contado millones de veces en el cine, siempre es distinto dependiendo de la vitalidad y frescura que le añada el guión. A pesar de ello, una pequeña crítica que le podemos hacer a la película es de no desarrollar demasiado, o explicarnos a los cinemeros no muy conocedores de este episodio real del baseball, cómo es que la técnica implementada por Brand hace que reviertan tan "mágicamente" los resultados de los "Athletics". Esta "vuelta de tuerca" es explicada mediante escenas en las que se ve a los personajes de Pitt y Hill alentando a los jugadores y enseñándoles de cerca las estrategias, aunque de manera muy escueta para que todos los espectadores nos creamos la imprevista y sorprendente mejora del equipo. En fin, cuestiones de guión.


Moneyball nos parece una película correcta y entretenida que no pierde ritmo y que a grandes rasgos es una historia moldeada para caer simpática e impactar en el público y en la crítica. Pero allí nomás. Por ello es que su nominación es justa, pero a la vez es un premio suficiente para tal equipo. A veces, como nos enseña esta película, no necesariamente se debe alcanzar el éxito para sentirse ganador.


Cafificación: 17/20

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