jueves, 11 de abril de 2013

El Limpiador: con poco se puede hacer mucho, muchísimo.

"El limpiador" es la primera película del jovensísimo realizador peruano Adrián Saba y narra la historia de Eusebio, un "limpiador" (Víctor Prada), funcionario del Minsiterio de Salud que se encarga de "descontaminar" los rastros que dejen los fallecidos por una infección desconocida que azota a la ciudad de Lima (sino a todo el mundo) y que ve como su vida se ve alterada (si ya no era poco con la epidemia) por la llegada de un Joaquín, pequeño niño huérfano (Adrián Du Bois) a quien deberá cuidar a la fuerza.

Cuando las películas tocan el tema de "eventos" cruciales o importantes, como un desastre natural, un accidente de proporciones bíblicas o, como es el caso de "El Limpiador", una enfermedad que amenaza con depurar a la humanidad, son dos las opciones que tiene el director o guionista: decantarse por el lado de las epxlosiones y efectos esepciales que decoran el "gran evento", o preferir tocar las "historias mínimas" de los personajes cuyas vidas se ponen a prueba en este evento. Saba elige esta última opción, dejándonos a nuestra imaginación (salvo algunas descripciones en la televisión) el desarrollo y expansión de la mencionada infección y centrándose, en un primer momento, en la vida "mundana" de Eusebio, para posteriormente narrar su encuentro y relación con el infante Joaquín. Creemos que un enfoque intimista como el que elige Saba es mucho más interesante que la aproximación hollywoodiense llena de combates del ejército y las bombas esporádicas. 


De esta forma, tenemos un guión parco, austero, que se cocnentra en la gelidez de las tomas y la inexpresividad de los actores para transmitirnos el hermetismo y soledad de una Lima post-apocalíptica. Por ello es que resulta acertadísimo el casting de un actor de carácter como Víctor Prada, cuya gestualidad triste y seca nos informan de que al Limpiador que interpreta ya nada lo motiva ni lo conmueve (genial la escena en la que un impertérrito Eusebio). Claro, esta situación cambia con la llegada de un Joaquín que con cada toma va creciendo, lo que denota un gran futuro para el niño actor Adrián Du Bois. 

Salvo unas apariciones casi de cameo de otors actores como la del siempre eficiente Miguel Iza, toda la película se sostiene en la relación entre Eusebio y Joaquín, siendo el viejo Limpiador quien lleva la carga dramática (la acción dramática) al buscar la verdadera familia de su joven acompañante ante su inminente partida. Si bien la película puede aparentar lentitud, es estala tonalidad que eligió Saba y nos parece acorde con el estilo de vida del personaje de Eusebio y con la sensación que este transmite: que ya nada es lo mismo, que Lima es un caos, pero que ya nada importa, todos moriremos tarde o temprano, y solo queda hacer un trabajo. De ahí que haya sido una decisión atinada el hecho que el protagonista de la película no sea un policía joven sino mas bien un viejo funcionario público, símbolo de la pasividad limeña, sino mundial. 


Técnicamente, Saba le saca el jugo a una película que aparenta ser austera. La fotografía es muy buena, incluso dando la sensación que Saba y su fotógrafo son fieles seguidores de esa joya que es "Breaking Bad" para inspirarse en sus tomas (Eusebio con su traje de Limpiador en medio de un arenal limeño podría pasar como una versión de Heisenberg peruano...solo que menos maquiavélico). Y si bien "El Limpiador" centra bastante metraje en las íntimas escenas cerradas entre Eusebio y Joaquín, Saba también se da maña para mostrarnos escenarios de la Lima de todos los días como el Estadio Nacional, el Morro Solar o las estaciones del Tren Eléctrico, aunque libres de gente (algo muy difícil de ver en Lima, a menos que uno se levante a las 4 de la mañana), lo cual dota a dichos lugares familiares de una distancia gélida e intimidante. 

Saba, con muy poco, logra transmitirnos mucho de esa Lima infectada que parece, por nuestro bien, un poco lejana. Esperemos que dicho apocalipsis se mantenga alejado, y esperemos también que sigan llegadno películas como "EL Limpiador", que demuestran que con poco presupuesto, pero sobre todo con economía cinematográfica, se pueden obtener grandes resultados. Es esta una película apocalíptica, pero prometedora de un buen futuro para el cine nacional. 


Nota: 18/20

PD: Si Saba llegase a leer estas líneas algún día, decirle que así como es una gran película, la hora y media de "El Limpiador" podría pasar tranquilamente como un genial piloto para una serie. La pregunta es ¿las televisoras nacionales apostarían para un producto de ficción de largo aliento basado en este tema? Ojalá.

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